Consciente de que el turismo es un importante motor económico y de creación de empleos, el secretario de turismo de Río de Janeiro, Antonio Pedro Figueira de Mello, reconoció que la inseguridad es "un problema para el país y para la ciudad, pero está siendo enfrentado y el combate a la violencia se ha convertido en una prioridad".
El Gobierno federal, el estatal (regional) y el municipal trabajan conjuntamente "para luchar contra el tráfico de drogas. No estamos escondiendo el polvo bajo la alfombra", dijo Figueira de Mello.
El secretario especial de Turismo, que subrayó la caída importante de homicidios en los últimos meses, destacó la creación de un "corredor de seguridad" para los turistas con la instalación de cámaras de televisión en los enclaves más simbólicos de la ciudad, como el Cristo del Corcovado, el Pan de Azúcar y las playas de Ipanema o Copacabana, visitados al día por miles de personas.
Destacó que "la permisividad con el trafico de drogas que hubo anteriormente ha concluido" y, respecto a la pobreza, que alcanza entre el 17 y el 24% de la población brasileña, dijo que "no podemos negar la pobreza, pero pobreza no significa violencia".
Al mismo tiempo, la ciudad, cuyas autoridades dicen que el número de turistas no ha bajado pese a la crisis económica, ofrece nuevas alternativas a los viajeros más allá de su famoso carnaval, uno de los mayores espectáculos del mundo.
Se ha programado para el próximo 7 de junio "La noche en blanco", que a modo de las que se celebran en París o Madrid, sacará a la calle representaciones de teatro, circo o música con la participación de figuras como Gilberto Gil o Caetano Veloso.
También para ese mes está prevista la Semana de la Moda brasileña, evento que se une a las propuestas que llegan desde el bohemio barrio de Santa Teresa, que se alza en uno de los cerros que forman parte del paisaje de la ciudad y al que se han trasladado los más jóvenes con sus iniciativas artísticas.
Sin embargo, uno de los proyectos que más ilusión despierta es la rehabilitación del puerto, incluida dentro de las infraestructuras que formarían parte de las dotaciones para los Juegos Olímpicos de 2016, cuya sede disputa Río con otras ciudades como Chicago o Madrid.
Consciente de que hoy Río de Janeiro no está preparada en cuanto a infraestructuras, el secretario de Turismo viajará el domingo próximo a Alemania y Francia para presentar las ofertas de una ciudad que ya se prepara ante un reto seguro, la celebración en 2014 del Mundial de Fútbol en un país donde el deporte rey es una religión.