El director de Turismo jujeño, Juan José Martearena, revela que las reservas para Semana Santa en San Salvador de Jujuy están en un 50%, cuando a esta altura del año pasado llegaban al 65%; mientras en la Quebrada de Humahuaca la ocupación hotelera prevista descendió del 95% al 80%. Encima, las cancelaciones están a la orden del día: “Ya hay un 3%, y estimamos que la cifra se duplicará con el correr de los días”, calcula Yolanda Quiroga, presidenta de la Asociación de Agencias de Viajes y Turismo de Jujuy.
La cifra podría incrementarse a partir de las declaraciones que hizo ayer el director del Instituto de Zoonosis Luis Pasteur, Oscar Lencinas, quien recomendó no trasladarse a Jujuy, ni tampoco a Salta, Catamarca, Formosa, Chaco y Misiones, en donde se registraron casos de dengue: “En caso de hacerlo, vestir ropas de mangas largas y usar repelente en todo momento para alejar al mosquito”.
“A todo el sector nos asusta, pues trae efectos negativos sobre la actividad”, confiesa Martearena. De hecho, la línea aérea Andes sacó un pasaje promocional de ida y vuelta a Jujuy por $ 750, cuando el precio de mostrador es de $ 1.100. Por su parte, las hosterías boutique 4 estrellas debieron bajar sus precios un 20% con respecto al verano, y hoy se consiguen habitaciones dobles para Semana Santa por menos de $ 200 la noche en medio de la Quebrada de Humahuaca.
Esta baja representa una situación de alarma para los hoteleros, que en los días de Semana Santa suelen hacer su agosto, al recibir a las familias o matrimonios jóvenes de alto poder adquisitivo que se toman vacaciones dos veces al año. En el verano, en cambio, abunda el turismo mochilero o gasolero, que no suele destinar un gran presupuesto al hospedaje. Para enfrentar esta situación, los operadores están armando paquetes cerrados, que incluyen hotelería, excursiones, gastronomía y transporte, con descuentos de hasta un 30% para mayo y junio. “El problema existe, no lo negamos, pero afecta principalmente a las zonas subtropicales de mayor calor y humedad, como Ledesma, Orán y Tartagal”, explica Quiroga.
“De hecho, en la Quebrada de Humahuaca no se reproducen los mosquitos, pues es una zona seca, donde no hay humedad, y existe una gran amplitud térmica entre la temperatura del día y la noche. Por lo tanto, el frío nocturno mata a cualquier insecto que intente reproducirse”, advierte Martearena. En tanto, en San Salvador de Jujuy, si bien la temperatura no es tan fría a la noche, no hay proliferación de este mosquito, aunque sí puede reproducirse en los barrios aledaños, pues los recipientes llenos de agua pueden afectar el foco infeccioso.
Para combatirlo, el gobierno provincial está fumigando toda la ciudad, además de realizar campañas de desinfección con camiones, tirando veneno al costado de las rutas, como así también en las viviendas particulares de las zonas rurales.
De todos modos, el director de Turismo jujeño relativiza la situación: “No hay que alarmarse, sino nuestra propia vida estaría en riesgo y estaríamos huyendo de acá junto a nuestras familias”.