Las huacas de El Brujo es un antiguo centro ceremonial donde se puede contemplar el legado de 5.000 años de ocupación por el ser humano. Sus constructores fueron los Moches, cultura que se desarrolló en la costa norte del Perú (100 - 750 d.C.).
Se ubican sobre la margen derecha del río Chicama, muy cerca al litoral del Océano Pacífico, en el distrito de Magdalena de Cao, provincia de Ascope, departamento de La Libertad en el norte del Perú.
El Complejo Arqueológico El Brujo (CAEB) está formado por las pirámides mochicas de Cao Viejo y Huaca Cortada, además de un conjunto de restos de la época prehispánica y colonial repartidos en una amplia área desértica de forma triangular que se ubica sobre una meseta poco elevada en la margen izquierda del río Chicama.
Además de las pirámides mencionadas, protagonistas principales de este sitio, comparten esta misma área, El Paredón (de la época moche), Huaca Prieta, montículo que guarda evidencia de pobladores de la época pre-cerámica (3000 - 1800 a.C.), ruinas de una Iglesia católica del siglo XVI (data de alrededor del año 1580), construida por los sacerdotes de la orden de los Dominicos para contrarrestar la adoración a las antiguas huacas (la pirámide de Cao Viejo, por ejemplo). Fue uno de los primeros templos cristianos de la costa norte del Perú. Además, restos de un pequeño pueblo, de la misma época que la iglesia.

El Museo
El Museo tiene como objetivo difundir y dar a conocer el proceso cultural ocurrido en el Complejo Arqueológico El Brujo y reforzar el reintegro de este sitio al circuito arqueológico y turístico que se viene dando en la Costa Norte del Perú.
A través de una experiencia museográfica y una visita de campo, el proyecto pretende satisfacer las necesidades culturales, educativas e intelectuales del visitante.
El proyecto del Museo Cao plantea una arquitectura que pertenece al sitio a través de  perspectivas visuales relacionadas con su entorno y una volumetría que pretende que la arquitectura se entienda como paisaje, como topografía. Es la resultante de una suerte de combinación de cinco módulos base que van definiendo espacios interiores y exteriores, dando forma a llenos y vacíos con usos diferentes. La mayoría de sus muros y paredes están adornados con representaciones en alto relieve usando variados colores, ofreciendo a los visitantes una de las mejores exposiciones del arte mural de esta cultura.