La Región Autónoma y otras zonas de China con población tibetana habían sido cerradas a los extranjeros a comienzos de marzo del año pasado.
El acceso ya estaba muy limitado con anterioridad, puesto que, además del visado chino, hacía falta un permiso especial del Buró de Turismo tibetano. El Departamento de Turismo en Tíbet ha señalado que, en marzo de 2008, la recepción de extranjeros fue suspendida "por la seguridad de los viajeros". Bachug, el responsable de esa agencia estatal, ha afirmado que ahora el territorio tibetano es "armonioso y seguro", y las agencias de viajes y los hoteles están "bien preparados para recibir a los turistas". La oficina de Turismo ha anunciado que más de 100 grupos de turistas extranjeros ya se han registrado para visitar Tíbet.
Desde la apertura del tren a Tíbet, en julio del 2006, el número de turistas chinos a la región ha aumentado considerablemente (4,02 millones en el 2007, más de un 64 por ciento más que en el año anterior). En ese año, los japoneses fueron el principal país emisor de turistas extranjeros a Tíbet (78.000) y superaron por primera vez a EE UU.