Desde que comenzó la crisis financiera internacional Mensajero viene estudiando sus efectos en el sector turístico. La semana pasada se abrió un nuevo capítulo en la crisis de los restaurantes: la venta en los locales gastronómicos descendió un 25 por ciento.
Sólo en el mes de febrero bajaron sus persianas definitivamente 18 comercios de ese rubro en la Capital Federal. Aunque hay un sector de la gastronomía que no siente tanto la crisis: la comida rápida.
La retracción del consumo que se viene registrando en los últimos meses se va cobrando los consumos considerados accesorios, así lo primero que se recorta es comer afuera. La baja en las llegadas de viajeros internacionales no colaboran con  la situación de los restaurantes en la ciudad de Buenos Aires.
De acuerdo a lo estimado por la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés de Buenos Aires la caída de la actividad se siente más en los corredores turísticos de la ciudad como Puerto Madero o San Telmo. Y también, el cimbronazo es fuerte en los comercios más chicos del microcentro, que habitualmente trabajan con desayunos y almuerzos para oficinistas.
Sin embargo un sector parece salvarse de la caída: la firma Arcos Dorados, que tiene la licencia para Mc Donald’s en toda la región, informó la semana pasada que después de cerrar 2008 con una facturación de 900 millones de pesos en Argentina, sus ventas en los primeros tres meses de 2009 crecieron un 15 por ciento en pesos y se mantuvieron en un nivel similar al del año anterior.