La Asociación del Transporte Aéreo Internacional (IATA) dio a conocer las cifras correspondientes a febrero del tráfico aéreo mundial de pasajeros. La caída en esta ocasión se ubica en el 10,1 por ciento, continuando la tendencia de los últimos meses.
La reducción de la capacidad alcanzó el 5,9 por ciento, la más profunda desde que comenzó la crisis.
“Continúa el pesimismo. La fuerte caída del tráfico de pasajeros en febrero muestra la amplitud de la crisis”, recalcó a través de un comunicado el presidente del organismo, Giovanni Bisignani.
Este nuevo retroceso afectó a todas las regiones, aunque las aerolíneas africanas registraron el mayor impacto, con una caída del 13,7 por ciento a pesar de que aplicaron el mayor recorte de capacidad, del 11,8 por ciento. Las compañías de Asia-Pacífico sufrieron una caída del tráfico del 12,8 por ciento, superando con creces el 7,8 de ajuste de capacidad, al igual que en el caso de las aerolíneas de Estados Unidos que pese a recortar la capacidad un 7,1 por ciento, sufrieron en febrero un descenso de la demanda de doce puntos porcentuales.
Las aerolíneas latinoamericanas redujeron su capacidad un 2,4 por ciento mientras que su demanda registró un retroceso del 3,8. Las que resistieron una vez más la tendencia negativa son las de Oriente Medio, con un aumento del 0,4 por ciento y un agresivo incremento de la capacidad del 7,3.
En lo que respecta al transporte de cargas, en febrero la caída fue del 22,1 por ciento, en comparación con el mismo mes del año anterior. Este es el tercer mes consecutivo en que se registra un descenso superior al 20 por ciento (-23,2 en enero y -22,6 en diciembre).
En el mismo comunicado, Bisignani recordó a los gobiernos que el transporte aéreo es un catalizador para la actividad económica y agregó: “los gobiernos están gastando billones en rescates para los bancos y más aún para estimular la economía. En comparación, nuestras peticiones son más rentables y baratas”.