La semana pasada, en estas páginas, hacíamos referencia a la importancia del segmento de congresos y convenciones, tanto para la industria del turismo, como para la economía del país. A la vez, indicábamos que Buenos Aires no cuenta aún con su Centro de Convenciones, convirtiéndose ésta en una de las demandas de larga data del sector. Ante este estado de situación, Mensajero dialogó con los dirigentes privados, quienes coincidieron en que este es uno de los asuntos urgentes a solucionar. Oscar Ghezzi, presidente de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA), interpretó que no contar con un centro de convenciones es uno de los grandes “déficits” de Buenos Aires. “La ciudad lo necesita desde hace muchísimo tiempo. Teniendo un centro de convenciones como estandarte, podría sentarse en las grandes mesas de reparto de congresos del mundo y tendría más oportunidades de recibirlos”.
Por su parte, Juan Mirenna, presidente de la Cámara Argentina de Turismo (CAT), coincidió con Ghezzi en que el “segmento es importantísimo para la ciudad y sería fantástico tenerlo”. El dirigente puso de relieve que “aunque existen hoteles con salones de gran capacidad, contar con un Centro exclusivo sería totalmente diferente y produciría grandes ingresos para el país”.

La inversión
Ángeles Medina, coordinadora general del Buenos Aires Convention & Visitors  Bureau, dijo a Mensajero que el centro es “algo absolutamente necesario”.
Ante la consulta de quién debería llevar a cabo la inversión, y luego de aclarar que “generalmente el sector público da el espacio, y los privados lo concretan”, Medina advirtió: “Desde el Bureau queremos trabajar a largo plazo con la Ciudad y con la Nación, pero últimamente venimos teniendo problemas y eso atenta contra la materialización del proyecto. A lo mejor con un impulso del privado, podemos lograrlo”.
Mirenna dijo que el desembolso podría surgir “tanto desde el ámbito privado como del público; aunque primero debería haber una decisión política de efectivizarlo y luego evaluar los proyectos que presenten los privados”. Por su parte, Ghezzi afirmó que “una inversión tan grande y con un recupero a tan largo plazo, desalienta a los privados, por lo que sería el sector público quien debería llevarlo a cabo. Podría ser mixto, pero el motor de estas inversiones son los gobiernos”.