¿Qué diferencia a la Comisaría del Turista del resto de las dependencias policiales?
V: Si bien existe la prevención por parte de toda la Policía Federal, nuestra función tiene su particularidad. Convengamos que aquí viene una persona de otro país, que no habla nuestro idioma, que está en un país alejado de sus costumbres y no siempre hay quien lo pueda entender.
No solamente prevenimos delitos, también nos ocupamos de la gente que perdió un pasaporte, perdió el vuelo, no sabe como llegar a un lugar.
Muchos turistas toman esto como una agencia de información turística.
Nosotros tenemos que estar aggiornados de un montón de circunstancias que escapan netamente a la faz policial porque la consigna es dar una respuesta a la persona que viene. Conectamos con migraciones, les damos los teléfonos, les explicamos cómo dirigirse.
También tenemos la función de atender a turistas que dicen ser engañados en su buena fe, que les cobraron de más y demás. Los turistas que han estado acá se llevan nuestras advertencias, opiniones, cuáles son los cuidados que tienen que tener, además les damos unos trípticos, los dejamos en los lobbys de los hoteles para que el turista tenga conciencia de con qué debe circular, qué es lo que no debe llevar. Por ejemplo: el pasaporte
es lo último que tendría que sacar el turista cuando está acá.
M: La característica de esta comisaría es que se parece más a una oficina de turismo que una comisaría. El estar en un lugar desconocido hace que cualquier problemita por más chiquito que sea se haga más grande. Nuestros oficiales tienen distintivos que determinan qué idioma hablan, que es una de las cosas que nos destacan en el mundo. Por otro lado, nuestros patrulleros son iguales al resto pero tienen escrito Comisaría del Turista en varios idiomas. Esto se hace porque muchos turistas llegan acá solos, por información que reciben en los hoteles.

¿De qué se tratan las capacitaciones que brindan?
V: Tenemos un sector de capacitación con las policías provinciales para que tengan algo similar. Ya hay varias en Salta, Mendoza, Misiones y demás. Nuestro primer viaje de capacitación fue al Calafate.
Y desde hace tres años estamos capacitando a policías del exterior, entonces se ha ido a Panamá, El Salvador, Guatemala, Ecuador, Perú, Paraguay, Honduras y está pedida también Venezuela. Esto se hace a través de Cancillería, donde piden las cooperaciones. Además tenemos uno pendiente en la Riviera Maya y en Cancún. Todo se hace en base a nuestra propia experiencia. Tenemos reuniones periódicas con los cónsules  para que vean nuestro trabajo.
Tenemos oficiales que han ido a trabajar a Alemania al último Mundial de Fútbol.
Esto es un gran abanico de cosas que realiza la comisaría ya que aquí se hacen un montón de otras cosas que no se ven: se trabaja con la Defensoría del Turista, con Defensa al Consumidor, los consulados, las embajadas, el resto de las comisarías, prefectura, con el Ente de Turismo de la ciudad y con la Secretaría de Turismo de la Nación.
Uno de los grandes amigos con quien se trabajo mucho es Germán Pérez. Nos conocemos todos, sabemos como trabajan. El turismo es una gran fuente de ingreso y hay que cuidarla mucho.
Además, los cursos que dictamos en el exterior nos demuestran que si nos vienen a preguntar cómo trabajamos es porque estamos haciendo las cosas bien. A veces no tenemos fechas disponibles para las charlas de capacitación.
M: Hemos recorrido Centroamérica y a algunos países estamos yendo hasta dos y tres veces. Nosotros somos pioneros en lo que refiere a Comisaría del Turista y por eso nos usan como modelo para hacer cosas similares. Hemos tenido el orgullo, en los cinco años que llevamos haciendo esta tarea, que ya hay muchos países que tienen dependencias similares a esta gracias a nuestro asesoramiento. Ahora se sumaron las policías provinciales a este sistema gracias a nuestras capacitaciones.

¿Buenos Aires es una ciudad segura para el turista?
V: Para mí, sí, y por lo que dice el turista, también. En cualquier lugar del mundo a las nueve de la noche no hay un restaurante abierto y en Buenos Aires hay de todo.
Los turistas que viajan al país (y esto lo percibimos personalmente en los cursos que damos en el exterior) llegan a veces con un prejuicio negativo y se terminan sintiendo más seguros en Buenos Aires que en su propio país.

¿Qué recomendaciones se le da al turista?
V: Son bastante simples. Hay que tratar de evitar la exhibición de joyas, la ostentación de una buena cámara, cuidar los objetos personales y los documentos, siempre salir con la tarjeta del hotel por si se pierden. Si la persona está perdida y no sabe la dirección del hotel, se llama a algún pariente y se le pregunta a qué teléfono lo llama así tratamos de averiguar en qué hotel está hospedado.

¿Realizan campañas gráficas de prevención?
V: Como parte de las distribuciones que hacemos, tenemos unos folletos con consejos para promover la seguridad. Estos se reparten en las embajadas, los hoteles, y las agencias de turismo de todo el país. Están escritos en tres idiomas distintos: español, inglés y francés, e incluyen una descripción de nuestra institución y las funciones que cumple. Además, cuenta con todos los teléfonos útiles y de emergencia que necesita cualquier turista, y la referencia de todas las embajadas y consulados de la ciudad.
Por otro lado, participamos de las ferias de turismo. La Sectur nos asignó un stand donde brindamos información para todos en la FIT, y nos invitan permanentemente a las ferias internacionales a prestar asesoramiento.

¿Qué respuesta tuvieron de las agencias de turismo?
M: Al principio, tanto las agencias como el sector hotelero desconfiaron de esta herramienta, porque pensaron que si se le daba mucho consejo de seguridad, o se le mostraba que había una policía para turistas, eso iba a ser desventajoso porque el pasajero se iba a asustar.
Por suerte, los años han demostrado que no es así. Hoy en día vas a cualquier agencia de turismo o a un hotel de primera categoría, y te vas a encontrar con nuestro material. Muchos países nos están copiando y, a su vez, nosotros nos nutrimos de la experiencia de países más avanzados como España e Italia.

¿Tienen contemplado el turismo de cruceros?
M: Ese es un tema muy importante. La semana pasada recibimos tres cruceros en un solo día, y bajaron 12 mil turistas de la mañana a la tarde. En nuestro país, el movimiento turístico es muy significativo.
Hace cuatro años, llegaban 75 cruceros por año, hoy estamos hablando de 125 y tenemos confirmados 150 para el año próximo. Además, los primeros cargaban alrededor de 600 pasajeros cada uno, mientras hoy es normal ver más de 2 mil pasajeros en algunas naves. Eso hace que tengamos que llevar a cabo todo un sistema de seguridad en forma coordinada, no solo de la policía, sino también de la prefectura y los diferentes órganos que aportan información, como la Cámara Argentina de Turismo, la SecTur, la subsecretaría de Turismo de Buenos Aires, las asociaciones como AAAVyT y Aviabue. Nosotros trabajamos en conjunto con ellos, y en base a la demanda, distribuimos el personal en los lugares específicos.
Por ejemplo, hemos hecho hincapié en los diferentes centros de tango que hay en la ciudad, por el movimiento de turistas extranjeros que genera, especialmente por la noche.

¿Utilizan Internet como herramienta?
V: Estamos avanzando con un proyecto para poner a disposición la información en la web, de modo que el turista pueda imprimir el contenido y transportarlo a donde quiera.
M: esto lo vamos a difundir próximamente. Nosotros tenemos reuniones todos los jueves de cada mes con los organismos de turismo en la CAT. En la próxima reunión de marzo vamos a presentarles este nuevo avance.

¿Como actúa un policía del turista?
V: En primer lugar, nosotros llevamos el mismo uniforme que el resto de la Policía Federal, porque nuestra misión es cumplir un servicio que excede lo netamente turístico. Pero además, nuestros miembros son personas que saben que el turista es una persona que está fuera de su hábitat natural, que está tratando con gente que no conoce y probablemente no vuelva a ver, por eso lo que queremos es que se lleve una buena impresión
nuestra.
M: Y en esta situación, la atención necesariamente tiene que ser rápida y efectiva. El turista extranjero, ante cualquier demora, no puede irse a la casa y volver al día siguiente. Por eso, le damos un trato preferencial, y por sobre todas las cosas, personalizado. Nosotros hacemos una tarea más social que policial.

Desde todos los lugares, todo el tiempo

“Desde el año 2003 tenemos una línea gratuita a nivel nacional, el número es 0800-9995000. Es un teléfono al que puede acceder cualquier turista desde todos los lugares del país y desde cualquier teléfono. Nuestros policías son bilingües, están capacitados para atender a los turistas extranjeros en su propio idioma” dijo Javier Alfredo Meregalli.
“Este sistema está siendo adoptado por otros países, y la subsecretaría de Turismo del gobierno de la ciudad Autónoma de Buenos Aires creó, hace un año, un 0800 que tomó como modelo el nuestro, e incluso funciona interconectado con la línea nacional que diseñamos”  comentó el Subcomisario.


La importancia del idioma

Los policías de la comisaría del turista hablan dos y hasta tres idiomas, ese es uno de los requisitos para trabajar allí, para poder interpretar a los pasajeros y hacer de nexo con el resto de los servicios públicos.
“Acá tenemos patrulleros, motos, más o menos somos 30 oficiales, que hablamos idiomas y estamos en distintos horarios.  Esta seccional depende de Asuntos Extranjeros de la Policía Federal. Por suerte tenemos muy buena conexión con la Cancillería, con los consulados y podemos subsanar un montón de inconvenientes, sobre todo los fines de semana. Hay que tener en cuenta que la Comisaría trabaja de lunes a lunes, las 24 horas. Nadie se va sin ser atendido” explicó Juan Francisco Vallejos.
“En segunda instancia, desde hace ya un año y medio estamos trabajando con computadoras portátiles en los coches, entonces podemos ir tomando la denuncia más rápido. La ciudad de Buenos Aires, en principio tenía cinco corredores turísticos, hoy son muchos más. Cuando esto se inició en el año 2001, Las Cañitas era un proyecto como lugar turístico. El turismo hoy está en casi toda la ciudad. Buenos Aires es una ciudad muy grande y mucha gente no puede creer que esto exista tan lejos” agregó el Comisario.