Por medio de la decisión administrativa 46/2009 publicada en el Boletín Oficial, con la firma del ministro del Interior, Florencio Randazzo, y del jefe de Gabinete, Sergio Massa, se dispuso que este último podrá decidir si aprueba o no los viajes al extranjero de todos y cada uno de los funcionarios de la Administración Pública Nacional, excepto el cuerpo diplomático y la Cancillería.
A partir de la resolución, todo el personal que se encuentre por debajo del rango de ministro deberá pedirle a la jefatura de Gabinete una autorización por medio de una nota en la que será condición indispensable detallar el motivo y la duración del viaje, además de argumentar por qué no es posible atender esos asuntos desde la Argentina. La medida alcanza desde los secretarios de Estado hacia abajo en el organigrama de jerarquías del Estado, e incluye a la administración centralizada, a los organismos descentralizados, a las empresas y sociedades del Estado, obras sociales, entidades financieras oficiales y cualquier otro ente del Poder Ejecutivo.
De acuerdo a lo que reza la norma, la jefatura de Gabinete se tomará tres días para analizar cada caso y responderá la petición cursada. En caso de que un ministro que no sea Massa o cualquier otro responsable de área autorice un viaje sin cumplir el procedimiento dispuesto “incurrirá en una falta grave y será personalmente responsable por los gastos en que hubiera incurrido el Estado nacional”.

Palabra de Massa
En referencia a esta nueva normativa, que ya empezó a generar controversias en todo el ámbito de la política por el poder que esto le significa en el manejo de recursos públicos, el jefe de Gabinete, Sergio Massa, afirmó a La Nación: “No queremos que el Estado termine siendo una agencia de turismo para algunos. Pretendemos que, en este contexto internacional de crisis, los viajes estén direccionados a la estrategia del país en función del desarrollo. Lo importante es que el nivel y el sentido del gasto tenga un objetivo claro, que esté atado a la estrategia global del país”. A su vez, ante la pregunta de si esta medida iba a generarle roces con aquellos que están por debajo de él y con el resto del Gabinete, se despegó del tema al responder que “la resolución responde a una decisión de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner”.