La autora de célebres obras como Asesinato en el Oriente Express o Muerte en el Nilo solía reunir a su familia y amigos durante los veranos para celebrar el final de una nueva novela a punto de ser publicada.
Los visitantes que acudan desde este fin de semana a Greenway, donde Christie vivió entre 1938 y 1959, podrán ver algunos objetos de la escritora, así como los salones donde invitaba a sus amigos a escuchar las lecturas de sus últimos manuscritos y adivinar quién era el asesino.
La renovación de la lujosa casa ha sido completada a tiempo y dentro del presupuesto, gracias a las 10 mil horas que muchos voluntarios dedicaron para salvarla.
La casa Greenway, ubicada cerca de la localidad de Brixham, estaba en muy mal estado de conservación cuando el National Trust (Patrimonio Nacional) se hizo cargo de su reparación en 2005, tras la muerte de la hija y el yerno de la escritora británica, Rosalind y Anthony Hicks.
El National Trust, organismo dedicado al mantenimiento de propiedades históricas, emprendió un intenso trabajo de reparación, con un costo de 5.4 millones de libras (unos 8.1 millones de dólares).