Con 245 votos a favor y 178 en contra, los legisladores aprobaron un proyecto de ley presupuestaria de 410.000 millones de dólares que permitirá a los cubanoestadounidenses viajar a la isla una vez al año, y no cada tres años como lo dice la legislación actual, resaltó Efe.
"Hemos tomado una acción compasiva, porque corrige una medida que restringía las visitas y además envía un mensaje de que el Congreso apoya... un cambio en la política hacia Cuba", dijo el legislador demócrata José Serrano, presidente de un subcomité de asignación de la Cámara de Representantes.
La legislación amplía la definición de "familiares cercanos" para que incluya, además de padres, abuelos, hermanos e hijos, a tíos y a sobrinos.
Para efectos prácticos, la medida aprobada revierte las restricciones que impuso en junio de 2004 el gobierno del entonces presidente George W. Bush, como medida de presión para alentar un cambio democrático en la isla.
Serrano explicó que la legislación permitirá que los cubanoestadounidenses viajen una vez al año, gasten 179 dólares al día durante su estancia, y visiten a miembros de su familia extendida.
La idea de las restricciones de viajes de 2004 era cerrar el cerco económico contra Cuba, al limitar las divisas extranjeras que genera el turismo.
En un guiño al exilio cubano que lo apoyó en las elecciones de 2000, Bush redujo las visitas de cubanoestadounidenses a la isla a una vez cada tres años y solo por 14 días, además de que impuso un límite en los gastos de 50 dólares al día.
Salvo algunas excepciones y con el debido permiso del Departamento del Tesoro, los estadounidenses tienen prohibido viajar a Cuba y quienes violan la ley del embargo están sujetos a multas.