La ciudad reaccionó ante la crisis con una promoción de 20 por ciento de descuento en las tarifas de aquellos servicios y productos que consuman los turistas entre los últimos días de enero y Semana Santa. Una iniciativa del Emprotur.

El lunes pasado no fue un día más para el empresariado barilochense vinculado al turismo. Ese día, desde el Ente Mixto de Promoción Turística (Emprotur), se lanzaba una medida inédita en la ciudad rionegrina: los turistas podrán obtener un 20 por ciento de descuento en las tarifas de los prestadores de servicios que adhieran a esta iniciativa del Ente.
Se trata de un incentivo, otro más, al turista interno y externo que se tome las vacaciones desde ahora y hasta Semana Santa; “queremos alcanzar ese mercado que aún no ha decidido viajar”, afirmó a este medio Héctor Barberis, presidente del Emprotur.
Quizás esta medida voluntaria, ya que los empresarios no tienen la obligación de adherirse, surja de la imperiosa necesidad de fomentar una temporada timorata, que se presentó debilitada por la crisis financiera que estalló en los últimos meses de 2008. Una semana atrás, el presidente de la Agrupación de Hoteles y Hosterías de Bariloche (AHB), Francisco Bodi, alertaba a Noticias Argentinas: “Contamos con el 60 por ciento de reservas para la segunda quincena de enero y el mes de febrero, cuando en otros años, para estas fechas, ya estaba señado el 85 por ciento o más de la capacidad hotelera total”. Sin embargo, Barberis manifestó a Mensajero Periódico Turístico que “la realidad, en cuanto a número de reservas, es similar a la del año pasado”.
El secretario de Turismo de la ciudad, Daniel González, coincidió con el presidente del Emprotur, manifestando a un medio local que “la ocupación ronda el 80 por ciento, con un promedio de 1000 consultas diarias en la oficina de informes de la Municipalidad barilochense”.

Chile salvador
Con sólo caminar las calles barilochenses en pleno febrero, hasta el menos enterado percibe que el turismo de ese mes se sustenta por la fuerte presencia de los vecinos chilenos, un mercado que siempre supo aportar sus buenos dividendos al empresario local. De ahí que la medida del Emprotur abarque el segundo mes del año y parte del tercero. Francisco Bodi, entendía que la idea de esta promoción es también “animar” a los visitantes del exterior, principalmente de Chile, a que viajen a la ciudad durante el verano, para “revertir la crisis”. Barberis coincidió en que “hay que ponerse a tono con los precios chilenos, ya que a partir de las devaluaciones de la moneda de ese país, se han generado importantes asimetrías y los chilenos son el principal mercado de Bariloche durante febrero; con los descuentos del 20 por ciento en productos y servicios, estamos prácticamente a niveles de precios del año 2008”.
Al respecto, el Ministro de Turismo de Río Negro, Omar Contreras, afirmó a un medio local que “la iniciativa es oportuna, ya que Chile sigue devaluando y la ciudad tiene que reaccionar, por lo que éste es un señuelo importante que estamos largando”.

Pasando lista
Héctor Barberis afirmó que el empresariado recibió con agrado la iniciativa y que “el mismo día que se lanzó, ya se efectuaron inscripciones”. “Una vez que terminemos de confeccionar la lista con los prestadores adheridos, estaremos en condiciones de promocionar sus servicios y productos a través de nuestra página web, folletería y en una caravana por la costa atlántica que se iniciará el 23 de enero en Pinamar”, agregó.

Terminal colapsada
Algunos medios locales habían reflejado que la terminal de ómnibus de Bariloche está en un pésimo estado de mantenimiento y que las instalaciones están obsoletas. Al respecto, Barberis manifestó a Mensajero que la realidad es que “la terminal colapsó, quedó chica para la ciudad. Se construyó hace 15 años con una proyección a cinco, y aún no se amplió. Más que en mal estado, yo diría que explotó”.

La medida que no fue

Los operadores turísticos de Bariloche estuvieron a punto de lanzar un proyecto que preveía trabajar con un dólar diferenciado de 4 pesos para los visitantes extranjeros, pero la medida se frustró por diferencia de criterios entre los empresarios. Al respecto, Barberis afirmó a este medio que “el atraso del dólar provoca perjuicios importantísimos para la industria, porque la gente se refugia en otros destinos más accesibles. Pero instalar un dólar a 4 pesos, si bien es una medida de impacto, puede llegar a ser un hecho problemático debido a la inestabilidad de la moneda y la imprevisibilidad de su valor”. “Nuestra medida del 20 por ciento de descuento se alinea con la del Estado Nacional para incentivar el turismo interno”, agregó.