Los gremialistas hoteleros y gastronómicos, tanto desde el empresariado como por parte de los trabajadores, tuvieron un primer encuentro para definir los ejes a seguir frente a la crisis y ya establecieron una agenda con acciones concretas.

Dirigentes hoteleros, autoridades de la Unión de Trabajadores del Turismo, la Hotelería y la Gastronomía (UTHGRA), legisladores nacionales y de la ciudad de Buenos Aires, como así también el ministro de Cultura y presidente del Ente porteño de Turismo, Hernán Lombardi, participaron el pasado lunes 17 de noviembre de la reunión que Mensajero Periódico Turístico había anticipado que tendría lugar en la semana. El encuentro tuvo lugar en la sede porteña de la UTGHRA, en Avenida de Mayo 930. ¿El objetivo? Aunar fuerzas y pensar, entre todos, de qué manera los sectores de la hotelería y la gastronomía pueden soportar la crisis recesiva mundial.
Un dato no menor que sirve para graficar la gravedad de la coyuntura es el cierre de 300 de los 8.000  restaurantes ubicados en la Capital Federal, en los últimos 60 días, más allá de la rotación natural del sector; la información surge de un estudio desarrollado por la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés de la Ciudad de Buenos Aires (AHRCC) que fuera publicado recientemente por el diario Crítica de la Argentina. Esos datos refuerzan la conclusión a la que llegan algunos dirigentes que hablaron con este medio: la hotelería no la está pasando tan mal como el rubro gastronómico, por lo menos hasta ahora.

Ventas en picada
A pesar de ello, el titular de la AHRCC, Luis María Peña, quien participó del encuentro multisectorial, reflexionó acerca de la coyuntura en diálogo con Mensajero Periódico Turístico. “No sólo hay que prestar atención a los establecimientos que cerraron, también a aquellos que siguen funcionando pero que están teniendo serios problemas para alcanzar rentabilidad. La caída en las ventas es impresionante, y no tiene que ver únicamente con las consecuencias sobre el turismo (N. de la R.: como un ejemplo, se calcula que las reservas para pasar el verano en la Costa Atlántica ya descendieron entre un 20 y un 40 por ciento), sino con la recesión que afecta a toda la economía en general”, explicó el dirigente, que además interpretó el efecto de la coyuntura sobre el rubro de la siguiente manera: “El negocio gastronómico muchas veces es a todo o nada, a diferencia de lo que sucede con la hotelería. En una situación como la que se está viviendo ahora, o llevás los precios muy arriba o cerrás, así que es un formato de negocios complicado”. De todas formas, Peña cree que si bien los hoteles tardan más en sentir los temblores del crack económico global, tarde o temprano tendrán que afrontar un escenario similar, a menos que las políticas que impulsan desde el ámbito multisectorial sirvan para desacoplar al sector. “Por como es el negocio hotelero, los efectos no se ven inmediatamente, y esto tiene que ver con las reservas. Pero creo que el impacto, a la larga, termina siendo similar para todos. De hecho, cuando se sale de una crisis, la gastronomía levanta las ventas y la rentabilidad antes”, agregó.

Panorama de trabajo
En relación a lo que se trató y debatió puntualmente en la reunión, Peña precisó que se fijó la agenda de trabajo para que el Gobierno, los empresarios y los trabajadores se comprometan con un proyecto anti-recesivo, a fines de evitar el estancamiento. La próxima reunión será la semana que viene -el jueves 4 de diciembre- en la sede que la AHRCC tiene sobre la calle Tucumán en la ciudad de Buenos Aires y en esa oportunidad se profundizará sobre los temas que se mencionaron en el primer encuentro: una propuesta de incentivos fiscales a la hotelería y la gastronomía para presentarle al Gobierno Nacional; la elaboración de un anteproyecto de ley nacional de arrendamientos turísticos; y la discusión acerca de cómo mejorar la seguridad y el higiene en la Ciudad, ya que son dos factores que repercuten sobre la actividad.
Mientras varias multinacionales se desprenden de sus trabajadores, adelantan vacaciones o amenazan con bajar los salarios, el titular de la AHRCC expresó también durante su diálogo con este medio, que uno de los principales objetivos es evitar despidos en el sector, y añadió que no es el momento más propicio para plantear reivindicaciones salariales, teniendo en cuenta la caída de las ventas y el contexto inflacionario.
“Para una actividad como la nuestra, que no recibe subsidios estatales y que no está en la especulación, es necesario eliminar barreras tales como la asfixia fiscal y la competencia desleal”, sostuvo Peña. Respecto al primer concepto, indicó que el anteproyecto de ley que quieren diseñar apunta a transparentar la oferta de los alojamientos, “para promover competencias legales”. Esto tiene que ver con que hay algún tipo de establecimiento que no están regulados y de esa manera hay muchos alojamientos turísticos que funcionan sin respetar las normas. Así lo graficó el dirigente porteño: “Hay alrededor de 50 mil camas por las que sí se pagan impuestos en la Ciudad de Buenos Aires, y cerca de 35 mil que forman parte de la ilegalidad. Muchas de estos lugares no cumplen con las normas mínimas de seguridad”.

Faltó la Sectur

Al Foro Multisectorial asistieron Hernán Lombardi y el director ejecutivo del Ente Buenos Aires Turismo, Rodrigo Herrera Bravo. Sin embargo, no hubo representantes del sector público más allá de estos dos funcionarios del Gobierno porteño. Según pudo saber Mensajero Periódico Turístico, el presidente de la Asociación de Patrocinadores del Turismo, la Hotelería y la Gastronomía de la República Argentina (APTHGRA) y Diputado Nacional, Dante Camaño, invitaron a las autoridades de la secretaría de Turismo de la Nación (Sectur), pero nadie de la cartera asistió. “Vamos a salir adelante con ellos o sin ellos”, afirmó Luis Peña. Por otro lado, la pata sindical también estuvo representada a través del secretario gremial de la UTHGRA, Juan José Bordes.