Cincuenta naciones se hacen presentes en una nueva edición de la Feria Internacional de Turismo de Buenos Aires con el objetivo de dar a conocer su oferta turística, su variedad en cuanto a destinos y las posibilidades que le ofrecen al turista para tentarlo en el momento de la elección.
Recorrer los pasillos del tradicional predio de la Rural de Palermo es como dar una vuelta al mundo a lo largo de 42.000 metros cuadrados y en sólo un par de horas -casi como dar una ojeada a un planisferio o dejar girar un globo terráqueo-, con una inversión de 10 pesos, para ver stands de países cercanos, lejanos e inhóspitos para el turista medio de la Argentina. En el mismo paneo se pueden ver fotos de playas, montañas, ciudades, pueblos y costumbres de todos los países: danzas, artesanías, gastronomía y todo el color.
Los slogans más variados como “el riesgo es que te quieras quedar” de la mano de Colombia o “donde renacen los sueños” de su vecina Venezuela, llaman la atención de las miles de personas que recorren la Feria acumulando folletería, bolsas, CDs. Pero esta es una típica costumbre del asistente a ferias, sean del rubro que sean.
Representantes de las Embajadas, Secretarios de Turismo, operadores y agentes se unen en las estrategias de promoción en torno a un objetivo común.
En esta edición de la Feria varios de los países marcaron claramente cuáles son sus regiones fuertes y dividieron sus stands en base a ello. Muchas delegaciones crecieron, algunos stands se agrandaron y cada uno está mostrando lo mejor que tiene.

En la variedad está el gusto
El mito urbano dice que todo empieza por el estómago: la mayoría de los países sigue esta consigna y realiza degustaciones de sus platos típicos, ya sean bocaditos dulces o salados, las degustaciones generan largas colas en varios de los stands de la Feria Internacional de Turismo y lo mismo sucede con las degustaciones de bebidas típicas (ver nota en esta misma página).
Culturas orientales y occidentales, religiones varias, países fríos y cálidos de todos los puntos del globo terráqueo se dan cita alrededor de una consigna: que las miles de personas, (20 mil en sólo el primer día, de acuerdo a lo informado por los organizadores) decidan tenerlos en cuenta para sus próximas vacaciones. Para ello la estrategia es llamar la atención y el objetivo está plenamente cumplido para la mayoría de los destinos internacionales.
Para muestra basta un botón: en el stand de México se puede mirar y admirar el altar de muertos que concita la curiosidad de los argentinos ante una costumbre ligada a las tradiciones ancestrales de ese país que, por casualidades de las organizaciones y las fechas coincide con el 1 y 2 de noviembre de inicio de la Feria.
Pero también la danza atrae las miradas: bailes folklóricos chilenos, peruanos, canciones tradicionales checas, se unen con zambas brasileras o flamenco español para musicalizar todos los rincones de la Rural durante las 96 horas en las que se desarrolla la Feria.
Uno de los stands que más llama la atención en la feria es el de Croatian Creation: botellas de Marraschino, envases de vinos, joyas, manuscritos se unen bajo una consigna Be Croative, con un diseño moderno en cuanto a la distribución y el amoblamiento.

Con el ritmo en las venas

El stand de la República Dominicana en el pabellón de Caribe y Centroamérica se llenó de buena música por un rato con la presencia de Alexis Mambo el sábado por la tarde. Presentado por la directora de la Oficina de Turismo de la República Dominicana para el Cono Sur, Olga Font Bernard, el reconocido bailarín, que ya cuenta con 15 años de trayectoria y recorrió el mundo con el ritmo en la sangre, demostró su habilidad con la bachata, el merengue y la salsa. Pero además motivó a dar algunos pasos a algunas de las personas que se acercaron al stand para verlo bailar junto a su pareja.   </a