Mientras los mercados suben y bajan a la espera de los resultados del salvataje de George Bush a las entidades financieras, la recesión comienza a sentirse, sobre todo en los Estados Unidos. La retracción en el consumo se empieza a notar a lo largo del planeta (el tercer trimestre en los Estados Unidos fue el peor de los últimos 40 años) y las vacaciones se planean de otra manera. Tal como lo confirmaron dirigentes del sector en un programa de televisión (ver recuadro en esta misma página), la caída en las reservas hoteleras para los próximos meses se calcula en un 15 por ciento, sobre todo de turistas europeos que decidieron no venir a causa de la incertidumbre mundial. A esto debe sumarse la menor llegada de viajeros provenientes de Brasil, para los cuales el tipo de cambio ya no les es tan favorable como en las últimas temporadas.
Por su parte, cada ciudad comienza a planear nuevas estrategias para atraer turistas. Tal es el caso de Rosario, donde el intendente aprovechó una convocatoria que realizó a especialistas en materia económica para analizar el impacto del crack en la ciudad, para alentar la generación de nuevas ideas para apoyar a los dos sectores que dinamizaron la economía de la urbe: la construcción y el turismo.
Por otro lado, a nivel internacional, el Consejo Ejecutivo de la Organización Mundial del Turismo decidió la creación de un “Comité de Reactivación del Turismo” para apoyar a sus Miembros con análisis económicos precisos y mecanismos de respuesta.