Empresas y asociaciones del sector turismo esperan una respuesta del Ministerio de Salud (Minsa) a la petición que hicieron el viernes de reconsiderar la exigencia de la vacuna de fiebre amarilla para entrar a Panamá viniendo de países que se encuentran en la lista de riesgo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según Ana Royo, presidenta de la Asociación de Operadores Turísticos, se está enviando un mensaje confuso al exterior, en que “la gente piensa que hay brote de fiebre amarilla”. La difusión asusta a los turistas, que pueden inclinarse hacia destinos competidores que no la están exigiendo, explicó Felipe Fábrega, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas.
Panamá lleva 34 años sin presentar brotes de fiebre amarilla, según Fábrega, gracias al buen trabajo del Minsa, por lo cual se debería gozar de los beneficios y no castigarse.