Toda encuesta tiene varias lecturas y en el caso de la que prepara anualmente la consultora Mercer sobre el costo de vida no es la excepción. Su objetivo es el de ayudar a las compañías multinacionales y Estados a determinar los sueldos de sus funcionarios en el extranjero. Como tal están atados a rubros en los que el turismo no tiene injerencia directa: vivienda, comida, ropa, transporte, ocio y electrodomésticos, con un total de 200.
Además tiene que ver con algo muy importante: la relación se basa con el costo del dólar en el mundo; y las depreciaciones o fortalecimientos de las monedas locales frente a éste marcarán un ascenso o descenso en el listado.
Dentro de las 50 ciudades más caras del mundo hay una fuerte presencia de Europa, debido al crecimiento del Euro.

Las más caras y las más baratas
Moscú es la ciudad más cara del mundo para vivir por tercer año consecutivo. Tokio ocupa el segundo lugar, escalando dos posiciones, Londres cae un puesto está tercera, Oslo sube seis puestos y ocupa el cuarto puesto, Seúl se ubica en quinto lugar.
Asunción del Paraguay es la ciudad más barata del mundo, a la que le siguen Quito, Buenos Aires (sexto puesto) y Montevideo.
La fortaleza del real frente al dólar ubica a San Pablo y Río de Janeiro como dos de las ciudades más caras, en los puestos 25 y 33.


Conclusión
Buenos Aires puede ser una ciudad barata para vivir, pero ese no debe ser el mayor atributo al que debe aferrarse una ciudad para ser atractiva para el turismo, y en ese mismo sentido se expresó el Ministro de Cultura de la ciudad, Hernán Lombardi,  “puede ser una herramienta más para el mix del marketing con el que hay que vender la ciudad, pero no puede ser un ingrediente definitorio”.