Desde el lunes 28 último, las aeronaves de la Compañía deben apagar uno de los motores en tierra tras el aterrizaje. La medida economizará R$ 66 reales por aterrizaje, lo que significa R$ 17,8 millones de reales en un año. Además, el accionamiento de la APU (unidad auxiliar de fuerza), fuente generadora de electricidad y aire condicionado en el suelo, será retrasado después de aterrizar, lo que permitirá ahorrar R$ 16 por poso (R$ 4,3 millones de reales por año). GOL es la primera empresa aérea brasileña en implementar esas medidas, que reducirán el consumo de combustible en aproximadamente un 0,64% al año.
La Compañía también instruyó a sus pilotos a reducir la velocidad de crucero en aproximadamente cerca de cinco kilómetros por hora, que economizará combustible, sin comprometer la productividad o perjudicar al cliente. Esta medida contribuye además a reducir la temperatura de los motores, trayendo ventajas en costos de mantenimiento.
GOL también amplió la frecuencia del lavado de los aviones para reducir el roce de los mismos con el aire y el consumo de combustible.
Además de esas medidas adicionales, la Compañía tiene su programa de hedge de combustible, que ayuda a GOL a protegerse de la oscilación en los precios. Más informaciones pueden ser encontradas en el site de RRII www.voe