Luego de diez años de espera para la sanción de una ley que regulara la actividad, los Tiempos Compartidos empezaron a registrar por fin los esperados incrementos en sus ventas, en una coyuntura general de la economía de nuestro país que no parece ser propicia para ello.
De acuerdo a los datos difundidos por Group RCI -una de las dos empresas más importantes que operan en el mercado local- durante la edición número 22 de la Convención Anual de la Asociación Mexicana de Desarrolladores Turísticos (AMDETUR), las ventas de semanas crecieron en un 300 por ciento en la región integrada por Argentina, Uruguay y Paraguay, en el período comprendido entre 2005 y 2007. Según el vicepresidente de Desarrollo de Negocios en Sudamérica de la firma, Luis Mirabelli, “si bien hubo un crecimiento importantísimo, estamos a un cuarto de lo que llegó a ser este mercado en los ‘90. Este crecimiento se dio también porque venimos de un parate importante en la actividad, producido durante la crisis de 2001. Entonces, se puede decir que estamos en un proceso de recuperación regional”.
A su vez –afín al informe realizado por la firma-, se evidenció en América latina durante el mismo período un aumento del 21 por ciento, constituido esencialmente por adquisiciones de clientes locales, quedando sólo el seis por ciento conformado por extranjeros.

Números dispares
Sin embargo, estos números no concuerdan con los que registra la Cámara Argentina de Tiempo Compartido (CATC), que oficialmente difundió para este año un incremento de usuarios del sistema del orden del 8 por ciento con respecto a 2007, lo que correspondería a un total de 347 mil personas. Si bien los períodos consignados en ambos estudios son diferentes –Group RCI abarca dos años, mientras que la CATC sólo se refiere al año pasado- los porcentajes resultan extraños para los miembros cercanos a la Cámara.
Conforme lo afirmaron fuentes cercanas a la entidad, los números suministrados por la RCI no corresponderían a la cantidad de nuevas afiliaciones. Según una fuente cercana a la entidad, no tendrían “precisiones sobre el origen de estos números, posiblemente se deban a intercambios, aunque sabemos que el incremento anual promedio de propietarios durante la última década indica un comportamiento de mayor dinamismo en el mercado latinoamericano”. Tanto RCI como Interval International ofrecen a los propietarios de semanas de Tiempo Compartido la posibilidad de intercambiarlas –de acuerdo con ciertos criterios establecidos- por intervalos equivalentes, en más de 5700 resorts afiliados en todo el mundo.
 
Los efectos de la ley
Con respecto a la sanción de la Ley de Tiempos Compartidos y cómo podría afectar a la actividad, el vicepresidente primero de CATC, Juan Jorge Schettini afirmó que “la industria turística argentina en general vive momentos de auge, y dentro de ese contexto, el Tiempo Compartido (o Propiedad Vacacional) no escapa a la regla”. Y añadió: “Somos más optimistas aún. La sanción de la Ley de Turismo por Tiempo Compartido trajo múltiples beneficios para todos los actores de la industria, dando respaldo y garantías al sistema. Nos dio un fuerte espaldarazo de cara al mediano plazo, ya que estableció reglas claras y precisas tanto para consumidores como para desarrollistas y futuros inversores”.
Por su parte, Mirabelli se refirió a los beneficios que traerá la nueva legislación: “Lo bueno es que todavía no ha influido en nada a nivel inversiones. Nosotros creemos que, de alguna manera, desde el punto de vista de los inversores, la ley va a incentivar a que mucha gente vuelva a la actividad. Muchos de ellos durante el principio de la crisis migraron sus operaciones a la hotelería -un poco con el gran crecimiento de la demanda del destino Argentina tanto a nivel regional como local- y dedicaron gran parte de lo que no tenían vendido por Tiempo Compartido a satisfacer esa demanda de hotelería. La consecuencia es que hoy hay muy pocos jugadores en el mercado de Tiempo Compartido con operaciones activas, y son aquellos que han encontrado la vuelta a estructurar productos de más corto plazo, de 10 o 15 años. Ahora hay productos de períodos más cortos que siguen manteniendo una ecuación del valor para el cliente importante porque éste, al comprar por anticipado, está obteniendo un descuento significativo”.
La cantidad total de resorts que concentran la modalidad de Tiempo Compartido –ya sea de manera exclusiva o de forma mixta, alternándola con la hotelería- en nuestro país supera los 120, mientras que las unidades (departamentos) sobrepasan las 5 mil. Las plazas disponibles son aproximadamente 20 mil, las cuales están situadas en  resorts que se ubican en destinos como Bariloche (16,7 por ciento), Buenos Aires (10 por ciento), Pinamar (9, 2 por ciento), Cariló (5,7 por ciento), Mar del Plata (5,7 por ciento), Villa Gesell (5,8 por ciento), San Martín de los Andes (5 por ciento), Villa La Angostura (5 por ciento), Valle de Las Leñas (5 por ciento), Villa Carlos Paz (5 por ciento), San Bernardo (3, 3 por ciento) y otros (23, 3 ciento).

Expectativas para la temporada

Desde la Cámara Argentina de Tiempo Compartido también se hizo referencia a las inminentes vacaciones de invierno. Según la entidad, los complejos más importantes afiliados a su Cámara llegaron –de acuerdo al nivel de reservas y confirmaciones recibidas- a valores de ocupación que rondan el 85 por ciento, conformando un nicho de mercado con excelente respuesta.
En oportunidad de la sanción de la Ley de Tiempos Compartidos, Schettini declaró a este medio: “Luchamos más de 10 años para que esta ley se hiciera realidad, así que no ha sido un logro menor. En distintas oportunidades estuvimos a punto de sancionarla, pero luego no se trataba y se caía el estado parlamentario. De esa forma, se perdía todo el trabajo re