La aprobación por parte de la Unión Europea de la ampliación de la jornada laboral a 65 horas semanales –si así lo acordaran empresario y trabajador- ha sido promocionada como un paso a favor de la flexiseguridad. ¿Lo es?

El reciente anuncio de la ampliación de la jornada laboral de 48 a 65 horas –en el caso español sería de 40 a 65- ha generado más de una voz en contra por parte de sindicatos y uniones de trabajadores a lo largo de toda la Unión Europea. Gobiernos como el español, italiano y francés, se había manifestado ya en contra de esta propuesta, que finalmente tuvo su aprobación por una amplia mayoría dentro del parlamento europeo.
La norma establece la ampliación del horario laboral si así pactan empleados y patrones, y se inscribe en un plan cuyo objetivo es la mayor competitividad a nivel mundial y que –en opinión de algunos- implica un retroceso y una pauperización de las condiciones y conquistas laborales alcanzadas en la actualidad por los trabajadores del continente.
El caso español ayuda muy bien a ilustrar este ejemplo. Más allá de que el gobierno de ese país ha asegurado que no pondrá en marcha la iniciativa y que la considera “un intento de regresión social”, el hecho de encontrarse inmersos en un contexto en donde sus vecinos trabajarían alrededor de 25 horas más por semana implica una situación de inestabilidad tanto para trabajadores como para las empresas.

Salud y presiones
Desde la OIT advierten sobre la posible repercusión negativa que el aumento de la jornada laboral pueda tener en el personal. Según diversos informes de la organización, 600 millones de personas en el mundo trabajan “excesivamente”, es decir, “más de 48 horas”, lo que eleva el estrés, los trastornos de sueño y, a la larga, produce trastornos musculoesqueléticos, enfermedades cardiovasculares e infecciones crónicas, entre otras afecciones.
Los sindicatos se han situado a la vanguardia de los reclamos en este sentido, recobrando la importancia perdida en pos de un objetivo que afecta directamente a las bases de todo esquema laboral. José Blanco, secretario de Organización del PSOE, afirmó, luego de la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal de su partido, que esta ley significa una amenaza para “las conquistas sociales más importantes” y destruye las  negociaciones colectivas entre trabajadores y patronal, haciendo que pasen a un plano personal entre empleado y empresario.
En la industria turística, la ampliación de la cantidad de horas trabajadas se convierte en un arma de doble filo: por un lado, se legitimará el trabajo de aquellos que –por la actividad en la que se desempeñan- no trabajan menos de diez horas diarias.
Por el otro, y según las declaraciones efectuadas al diario El País por Ignacio Fernández Toxo, secretario de la Acción Sindical de CCOO, “al trabajador individual va a serle imposible resistir la presión de una compañía que exija alargar el horario laboral”.
 
Opina el sector
Desde la postura patronal, se insiste en que las 65 horas semanales seguirán siendo algo voluntario y excepcional. La idea se expresa en el concepto de flexiseguridad, que combina más flexibilidad en los contratos y despidos para el empresario, con más empleabilidad del trabajador, es decir, más capacitación y ayudas por parte del Estado para cambiar de empleo sin problemas.
Para algunos, esto representa una oportunidad. Según Ramón Estalella, secretario General de la Confederación española de hoteles y alojamientos turísticos (CEHAT): “Lo que tenemos que dar oportunidad es a aquellos que quieran trabajar muy poco, como por ejemplo a las madres de familia que se quieran ocupar de sus hijos, esto es un conflicto a nivel mundial. En este sentido, también hay que dar cabida a aquellos que quieran trabajar más, lo que no puede ser es el límite de 40 horas semanales”.
A su vez, el secretario también reafirmó la postura sobre el máximo de 65 horas, “porque hay sitios en donde se trabajan más de esa cantidad de horas”. “Lo que estamos notando es que hay dos tipos de trabajadores: los que desean trabajar lo menos posible, y por ende ganarán lo menos posible – y los que sí. Lo que no sería compatible ni lógico es que se trabajara cada vez menos y el salario fuera mayor”, afirmó Estalella.
Consultado por este medio, Julio Moreno Ventas, consejero de Turismo de la oficina española de Turismo, manifestó que, “este tema no está aún instalado en el debate del sector turístico”. Según el funcionario, todavía no se maneja información sobre cómo repercutirá efectivamente esta normativa en la industria turística.“Incluso dentro del turismo lo más probable es que este tema tenga una regulación diferente por la cuestión de los turnos”, afirmó Moreno Ventas. Y agregó que “no sé si esta medida va a tener más alcance, seguramente afectará más en aquellas empresas en donde se trabaja durante jornadas de ocho horas fijas. En el turismo se manejan otro tipo de horarios, porque se trabaja las 24 horas”, concluyó el consejero español.


Los sindicatos organizan una masiva movilización
Según las declaraciones vertidas a Hosteltur por parte del secretario sector de Hostelería de UGT, Emilio Ferrero, los sindicatos españoles propondrán una masiva manifestación. “Se están haciendo contactos para preparar una contestación ciudadana si al fin se aprobara esta directiva (…) Sin duda es necesario dar contestación a propuestas como esta”, adelantó Ferrero.
Las movilizaciones se llevarán a cabo en toda Europa, y están programadas para el próximo 7 de octubre, fecha en que se celebra el ‘Día Mundial por el Trabajo Decente’. También se esperan protestas durante las sesiones que iniciará en breve el Parlamento Europeo para continuar debatien