Florencio Aldrey Iglesias, en sociedad con la cadena española NH invertirán cerca de 100 millones de pesos para reabrir el Hotel Provincial de la ciudad de Mar del Plata.
Como anticipó Mensajero Periódico Turístico, la semana pasada el Gobernador Daniel Scioli firmó el decreto mediante el cual se adjudicó la concesión por el término de 30 años, renovable por 15 más, a la empresa Hotelera del Mar, socias también en el porteño NH City.
El dueño del Hermitage y sus socios ganaron la licitación luego de presentar la única oferta en el concurso por un valor de 91.770.400 pesos. De esta manera, y tras una década de abandono, el clásico hotel de la ciudad balnearia volvería a abrir sus puertas, en forma parcial, en noviembre para el Festival de Cine, como centro de congresos y convenciones. El hotel ya había sido remozado y recuperado en toda su fachada gracias a una inversión a cargo del gobierno provincial.
Luego de varias licitaciones fallidas, la obra de Alejandro Bustillo, inaugurada en 1948, se convertirá en un “entro de encuentros empresarios del mundo productivo, comercial, deportivo y cultural” según anticipó Scioli, quien recibió algunas objeciones de la oposición debido a la relación que lo une con el presidente del multimedio en el que se destaca el diario La Capital.

El Petit Hotel Piquetero
Por otra parte, el gobierno nacional cedió por diez años la explotación de un Petit Hotel en el barrio de Once de la Ciudad de Buenos Aires a la Federación Tierra y Vivienda (FTV), el Frente transversal que encabeza Edgardo Depetri, el partido Proyecto Popular que comanda Gabriel Fucks, entre otras organizaciones piqueteras K. El viejo hotel Marconi, ubicado en Pueyrredón 19, había sido propiedad de los ferrocarriles estatales para servir como alojamiento a sus empleados, aunque ta mbién funcionó como una milonga durante algunos años.
La Organización Nacional de Administración de Bienes (ONABE) cedió las instalaciones en comodato a las asociaciones piqueteras y a un grupo de Veteranos de Malvinas. Durante el conflicto con el campo, Luis D’Elía había tomado el establecimiento con la promesa de refaccionarlo para realizar allí activid