En la última edición del mes de enero de este año, en Mensajero Turístico dedicábamos unas páginas a repasar las diferente metodologías alrededor del globo con respecto al cobro de fees por parte de los agentes de viajes por su trabajo a la hora de emitir tickets aéreos. En Argentina el tema tiene una historia que se remonta varios años hacia atrás. Si bien hasta no hace mucho se había corrido de la escena, recientemente comenzaron a circular rumores, dichos y trascendidos sobre la posible aplicación de los fees en nuestro país.
Bajo este posible escenario, Mensajero decidió ponerse en contacto con diferentes actores del sector para conocer su opinión al respecto de una hipotética implementación. Desde agentes de viajes, hasta las líneas aéreas, pasando por ex representantes de entidades del segmento, han decidido dar su parecer sobre un tema que comienza a tomar color.

Volver al futuro

Para conocer el panorama actual hay que remontarse más de 10 años atrás. Tomás Ryan, ex presidente de la Asociación de Agentes de Viajes y Turismo, recuerda el llamado Plan B. “Cuando estuve en la presidencia (de AAAVyT) habíamos arreglado con Mata, de Aerolíneas Argentinas, que en el boleto internacional había un campo, que era el fee, que lo iba a cobrar la línea aérea como nosotros”.
Tal como figura en el libro de los 20 Años de Mensajero “Turismo 2.0”, en 1999, cuando Marco Palacios asumía la presidencia de la AAAVyT  fue citado por American Airlines para anunciar la rebaja de las comisiones al 6% y por mandato de la Asamblea se decide “enjuiciar a las aerolíneas” para resguardar la actividad de los agente de viajes. Después de una medida cautelar de no innovar que frenó por cuatro años la baja de las comisiones de la mayoría de las aerolíneas, a excepción de aquellas que habían comenzado la tendencia ( American Airlines, United Airlines y British Airways), se decidió no continuar con el juicio y la medida quedó sin efecto con las consecuencias que hoy son conocidas por todos.
Daniel Manfredi, ex presidente de AVIABUE, rememoró al Plan B como un intento “innovador y creativo, ideado por Marco Palacios, en el que más allá de la existencia o no de un campo en el boleto para el fee se establecía la necesidad de una remuneración justa por el trabajo realizado por los agentes de viajes”. La demanda histórica de los agentes de viajes, según Manfredi, “fue, es y deberá seguir siendo el reconocimiento como uno de los canales de comercialización del transporte aéreo y de todos sus servicios auxiliares”.
En este sentido, Ryan expresó que “el fee es fundamental porque si no cada vez que emitís un boleto perdés plata, sólo por el impuesto al cheque, y aparte porque estás valorizando tu trabajo, el de recomendar tal o cual línea aérea o vuelo. Es recompensar el profesionalismo del agente de viajes”. Esos son fundamentos que motivaron ese primer intento de establecer una compensación para los agentes de viajes pero son ideas que aún siguen vigentes en muchos otros integrantes del sector.

El visto bueno del sector
Es así que, José Contreras, gerente de Ventas de Air World Travel, representante de Conviasa en Argentina, expresó su total  acuerdo “con que cobren un fee, son profesionales igual que un médico y un abogado y deben cobrar por cada uno de sus servicios que prestan a los pasajeros”. “Acá se quiso implementar, pero como no es una ordenanza rígida y no hay un poder de policía que controle y gestione este cobro, cada agencia hace lo que quiere, y ahí se desvirtúa el concepto, algunos lo cobran y otros no. Hay que tener un poco más de control en ese aspecto”, advierte Contreras al respecto, y sube la apuesta de la hipotética propuesta: “El fee debería cobrarse sobre todo, no sólo sobre el ticket de avión. El pasajero se aloja, consume un barco, un auto, un bus. El agente de viajes tiene todo el derecho de cobrar por su tiempo, y el fee debería responder a cualquier tipo de venta o asesoramiento que haga, más allá de tal o cual operador, hotelero o línea aérea le de una comisión”.
Consultado sobre si podría tener algún impacto negativo para las aerolíneas un aumento en los boletos debido a la implentación de los fees, el representante de Conviasa, por el contrario, expresó: “No creo que un aumento en el precio de los boletos debido al fee tenga un impacto sobre la ventas de la empresa, y obviamente alivianaría la tensión por la situación de las comisiones, que cada vez tienden a bajar más, sería de alguna manera, compensatorio. En definitiva, es justo que sea el pasajero es el que tiene que pagar por el tiempo del agente del viajes”.
Aunque admitió que desconocía cómo funcionaría la instrumentación con respecto a los tickets ni quién promueve la medida ni de qué manera, Marcelo Costa, gerente Regional para Sudamérica de Delta Air Lines, sin embargo, reconoció la situación: “Todo depende de la compañía aérea, si algunas no les pagan comisiones a los agentes de viajes, estos se van a ver obligados a cobrar un fee para obtener algo de dinero por su intermediación”.
Otro que dijo desconocer la situación fue Julio Banfi, country Manager en Argentina de Continental Airlines, aunque demostró agrado ante la idea de que los agentes, a los que calificó de como “principales contribuidores de las aerolíneas”, reciban una compensación por el trabajo que realizan.
“Me parece bien que se profesionalice la actividad turística, aunque hay agencias que ya cobran un fee por ese tipo de servicios, lo que les evita tener que vivir de la comisión”, agregó Banfi.
Varios de los agentes de viajes consultados admitieron estar cobrando un fee al pasajero. Entre ellos se encuentra Ricardo Guerrero de Tije Travel, quien aseguró: “Nosotros lo estamos cobrando y luego se lo detallamos al pasajero como un fee de gestión. La comisión no nos sirve. Con respecto a los colegas que no lo cobran me siento en ventaja por haber entendido la lógica del negocio, porque en breve estarán fundidos. Si hacen grandes emisiones de aéreos, ¿De qué viven? No creo que alcancen los incentivos de las empresas aéreas para pagar todo lo que implica una agencia de viajes”.
En la misma línea, el gerente Comercial de Torremolinos, Damián Leguisamón, resaltó la importancia del contexto para emparejar la situación actual de las agencias con respecto a las líneas aéreas. “En estos tiempos de páginas web, reservas online, y pasajeros comparando entre pantalla y pantalla, oficializar los fees dentro de cada ticket, sería tener reglas claras y más justas para todos. De esa forma las agencias podremos seguir diferenciándonos por la calidad en el servicio, por atención especial y personalizada, y no por lo que cada uno elija cobrar o no. Sería un avance para seguir creciendo al mismo ritmo que lo hace el mercado”, remarcó.

Ojo al piojo
Aunque a priori suene como una iniciativa interesante para el bienestar de los agentes de viajes, Daniel Manfredi prefiere estar atento a la letra chica. “Seguramente ya no podemos seguir manteniendo esa pretensión de ser considerados como el principal y preferido canal de distribución y comercialización del transporte aéreo;  pero no podemos aceptar, acordar ni acompañar ninguna iniciativa que conlleve el reconocimiento de canales de comercialización en condiciones que perjudiquen a los agentes de viajes,  que lesionen la libre competencia e intereses de los agentes”, explica el empresario. Esto viene a colación de los riesgos de la imposición de un sistema que termine resultando perjudicial para los agencias. Por eso se remonta a 2007, cuando un acuerdo de Brasil con TAM por los fees dejaba afuera a las transacciones realizadas por Internet, “que hoy representan el 55% del negocio”.
En este sentido, Ricardo Guerrero también afirma la necesidad de que en caso de que se apruebe un fee para las operaciones aéreas, se establezca en un marco de condiciones igualitarias. “Sería bárbaro, pero sólo en el caso de que las aerolíneas también lo cobren, así sí estaríamos en condiciones de igualdad”, detalló.

La respuesta de IATA
Consultado por Mensajero Turístico sobre la posibilidad de que los agentes de viajes cobren un fee oficializado en los tickets aéreos por su trabajo en la emisión de boletos, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo opinó: “Los agentes de viaje son libres de cobrar a sus clientes por el servicio que provean. Sin embargo, el ticket aéreo es un contrato entre la aerolínea y el pasajero y, dado que el agente actúa en representación de la aerolínea, sus honorarios no pueden ser incluidos en el ticket”.
Lo que sí ofrece IATA es un servicio denominado Travel Agents Service Fee (TASF), que facilita el cobro de los honorarios de los agentes aplicables a transacciones realizadas sólo con tarjeta de crédito.  

El “Plan B”
El llamado “Plan B”, presentado en 2001, proponía cinco conceptos fundamentales como pilares de toda la propuesta:
Transparencia: Al mostrarse por separado permite su clara explicitación.
Neutralidad: Permite la venta directa o bien a través de agencias de viajes. Su cobro beneficia a ambas partes.
Obligatoriedad: Resulta necesario el dictado de normas reglamentarias que impidan el no cobro o reducción del importe correspondiente al fee de comercialización.
Libertad: El sistema no impide la fijación de incentivos especiales para la red de vendedores. Por otra parte, al separarse de la tarifa, permite la libre determinación de la misma por parte de las empresas transportadoras.
Remuneración justa: Se establecerían valores porcentuales aplicables sobre la tarifa. La determinación pertenece a la decisión conjunta de las cías. aéreas y las agencias de viaje.