La inflación, el aumento de tarifas y las tentadoras ofertas que llegan desde el exterior, preocupa a los empresarios y dirigentes del sector. Temen que por la escasa diferencia en los precios el turista argentino deje de vacacionar en el país y emigre al extranjero.

Pese a que aún ni siquiera comenzó la primavera, el sector turístico ya comienza a preocuparse por la temporada de verano. Durante los últimos dos años, cuando estalló la crisis internacional y bajó la llegada de visitantes desde el exterior, el turismo interno sostuvo la actividad, algo reconocido tanto por el sector público como por el privado. Sin embargo, la inflación que vive el país -traducido en el aumento de las tarifas y del costo de vida- y las ofertas que se ofrecen desde el exterior preocupan tanto a empresarios como a funcionarios públicos acerca de la posibilidad de que muchos argentinos elijan vacacionar en el extranjero en lugar de hacerlo en su propio país. ¿Será sólo una percepción infundada o verdaderamente puede peligrar la temporada de verano? A continuación, diferentes actores del sector analizan la situación y dan su opinión sobre un tema que preocupa a todos.

Aumentos
“Estoy seguro que el empresario argentino va a seguir haciendo esfuerzos y resignando utilidad, que ya no sé si tiene. Si tuviéramos que sincerar las tarifas deberíamos tener otros precios. Entiendo que una vez más haremos un sacrificio y vamos a tener que corregir los precios pero no va a ser todo lo que debiera por la inflación. Pienso que en Córdoba va a haber un ajuste no menor al 20 por ciento respecto al año anterior”, aseguró a Mensajero el presidente de la Cámara de Turismo de Córdoba, Enrique Finochietti.
La secretaria de Turismo de El Calafate, Ana Ianni, también analizó esta situación en diálogo con Mensajero: “Algunos aumentos que tuvo que enfrentar el sector privado seguramente se verán reflejados en las tarifas, aunque no dejan de estar dentro de lo previsto cuando se está en temporada alta. De todas formas en destinos como Calafate los tarifarios ya fueron presentados. Entonces esto será una negociación entre hoteleros y operadores, porque el hotel no puede aumentar un 20 por ciento cuando la venta está realizada. Estimo que se va a traducir en la tarifa al público final”.
Marcelo Montenegro, del área de Turismo de la ciudad de Mendoza, comentó a Mensajero que aún no han hablado con el sector sobre la política tarifaria que van a establecer. “Cuando hay cuestiones externas que pueden afectar la llegada de turistas debemos trabajar junto al sector privado para establecer campañas promocionales y paquetes con descuentos”, aseguró.
“Estamos en una encrucijada complicada. Estamos con los precios más bajos que en marzo, pese a todos los aumentos que sufrimos. Algo vamos a tener que aumentar pero no sabemos cuánto; calculamos que estaremos entre el 20 y el 30 por ciento”, aseguró a este medio el vicepresidente de la Asociación Empresaria Hotelera y Gastronómica de Mar del Plata, Jesús Osorno.
Por su parte, el presidente del InFueTur, Pablo Pfurr, aseguró que durante este invierno no hubo un incremento fuerte de las tarifas en destino y que ese fue un esfuerzo que hizo el sector privado ya que no pueden incrementar demasiado los precios dado que lo que encarece al destino es el aéreo. “Un paquete a Tierra del Fuego tiene, sí o sí, un aéreo y eso encarece. Entonces el alojamiento y las excursiones tienen que tener algún beneficio”, comentó.
“La responsabilidad de cada uno de los empresarios del sector es cuidar su negocio, porque a nadie le gusta perder clientes. El cuidado del trabajo es determinante para esto. Aumentos va a haber por la inflación”, aseguró a este medio el presidente de la CAT, Juan Mirenna.

¿Éxodo de turismo interno?
Ante la posibilidad de que los turistas nacionales emigren hacia destinos extranjeros, Finochietti estimó que se perderá parte del turismo interno que puede viajar a otros destinos como Europa “que está ofreciendo paquetes a precios muy bajos”. El dirigente reconoció el temor de los empresarios cordobeses sobre cómo se va a desarrollar la temporada de verano. “No hay sólo temor sino que no sé si hay margen para sostenerse con semejantes tarifas (si no subís no te dan las cuentas y si subís corrés el riesgo de quedarte fuera del mercado)”. Además, Finochietti aseguró: “Para Córdoba no será mala la temporada de verano porque tenemos un desarrollo que viene realizando el gobierno provincial, la CAT y el Ministerio que no nos permite detener; pero no va a ser todo lo buena que podría ser”.
Sobre este punto, Ianni expresó que ya en las vacaciones de invierno se vio una tendencia del turista nacional de elegir otros destinos en el exterior que les resultaban muy competitivos y estima que durante el verano la situación será similar. “El turismo nacional accedió a paquetes irrisorios al Caribe con los que no podemos competir. Sabemos el nivel de servicios que tenemos y lo que implica mantenerlos abierto; eso se tiene que traducir en los costos”. En cuanto a las expectativas para el verano, recordó que la temporada fue muy buena donde la venta se definió a último momento y confía en que este año sucederá lo mismo.
Respecto al posible éxodo de turistas nacionales al exterior por la poca diferencia en las tarifas, la presidenta de la Cámara de Turismo de Entre Ríos, Claudia Pagnotta, comentó: “Ya pasó el año pasado y este invierno también se notó”.
“El miedo es que los turistas nacionales se vayan a otros destinos. Estamos preocupados porque al turista argentino siempre le gusta más vacacionar en el exterior”, reconoció Osorno.   
Por su parte, el presidente del Instituto Fueguino de Turismo, Pablo Pfurr, expresó a Mensajero: “Han aparecido otros destinos con tarifas acomodadas, vuelos chárters al exterior con precios muy bajos y el turista interno -cuando la tarifa es mejor- siempre prefiere vacacionar fuera del país. Por eso se pidió el acompañamiento del sector privado en las acciones de promoción del InProTur, por ejemplo. En nuestro caso estamos trabajando muy bien con el sector privado de la provincia. Es una problemática importante el hecho de ver cómo ajustar las tarifas para tener una buena temporada”.

La mano del Estado
Respecto al rol que debería cumplir el sector público ante esta situación, Finochietti expresó: “El Estado cordobés está colaborando en el desarrollo del destino; como por ejemplo el desarrollo del Camino Real que es de características internacionales. Además, el gobierno de Córdoba dio un incentivo interesante con una desgravación impositiva de hasta el 30 por ciento en toda la hotelería; entonces hay muchos establecimientos nuevos y otros que se han remodelado”.
Ana Ianni explicó que para competir con los demás destinos desde Calafate buscan posicionarse como un lugar del que se puede disfrutar durante todo el año, con muy buen servicio y rompiendo el mito de que es un destino caro. Respecto al control tarifario que pueden ejercer sobre el empresariado aclaró: “Sólo podemos sugerir, no tenemos poder de policía. Pero acá se han bajado tanto las tarifas para captar público que hoy no dan los costos para mantener los establecimientos abiertos. Uno sabe la calidad del servicio y hay que tener tarifas acordes”.
Por su parte, Claudia Pagnotta expresó: “Estamos tratando de no incrementar demasiado las tarifas. Si nos alivianaran la presión impositiva sería de gran ayuda”.
Respecto al rol del sector público, el presidente de Asociación Empresaria Hotelera de Mar Del Plata, Daniel Suffredini comentó: “Siempre estamos pidiendo el apoyo del Estado por lo importante que es el sector para el Turismo. Podría haber políticas impositivas para deducir el impuesto a las ganancias, por ejemplo; y dando beneficios al turismo interno”.

¿Vuelve el “deme dos”?

Los precios en los Estados Unidos vuelven a ser competitivos frente a los de la Argentina, que están afectados por la inflación en dólares, y comenzaron a regresar los tours de compras a Miami.
“Sí, no es el déme dos, pero para algunos productos no se está lejos”, corroboró el economista Roberto Macho al diario La Nación. “Hay argentinos que llegan para buscar refugio contra la inflación del país. Ya sea porque tienen dinero y prefieren gastarlo aquí o bien porque buscan proteger un ahorro más importante con inversiones inmobiliarias. Pero en ambos casos el germen del impulso es el mismo: defenderse contra una situación económica”, explicó al mismo diario el sociólogo Gerardo Rodríguez McIntyre, de la Florida International University (FIU).
“Es lógico. Si en la Argentina tenés precios altos en pesos y encima inflación; y, en cambio, en Miami encontrás grandes ofertas y precios accesibles con un dólar relativamente estable, la ecuación cierra”, dijo al diario Roberto Oscar Rosales, empresario y economista, sorprendido en plena tarde de compras con su familia.
A contramano
Un caso particular se vive en las provincias del Norte Argentino. El encargado de explicarlo fue el secretario de Turismo y Cultura de Jujuy, Jorge Noceti, quien aseguró: “Creo que los destinos nacionales de sol y playa, las sierras centrales e inclusive los del Litoral pueden ser los más afectados.
Nuestros destinos en verano no están dentro de los tradicionalmente elegidos. Entonces el turista que tiene decidido venir al Norte Argentino, ese tipo de oferta del exterior no lo tienta, por lo tanto no compite con nosotros.
Son estilos de vacaciones distintas. Nadie deja de venir a Jujuy porque le sea más barato Brasil,  por ejemp