Las corridas de San Fermín siguen atrayendo miles de turistas. A pesar de las opiniones en contra, la tradición española corre por las venas de todos en cada 7 de julio.

Como todos los años el 7 de julio comenzó una fiesta que atrae las miradas de todo el mundo y miles de turistas, pero que también abre la polémica por su juego con la muerte de humanos y animales: San Fermín.
Así el 7 de julio se iniciaron las corridas con lo que se conoce como el día del “chupinazo”, con la participación de 2.000 personas en esta clásica corrida callejera donde hay que esquivar a los toros que tratan de encontrar su camino hacia la Plaza de Toros.
Pero con estas corridas mundialmente conocidas, gracias a la descripción que hiciera Hemingway en su libro «Fiesta», volvieron las polémicas que se abren todos los años por el contenido de esta tradición española y las protestas de activistas pertenecientes a organizaciones que velan por los derechos de los animales que se acercan al lugar donde se realiza la fiesta (ver recuadro).
Sólo durante el primer encierro, en esta corrida por huir de los toros, cuatro personas, entre ellas un escocés y un estadounidense, resultaron heridas en la ciudad de Pamplona; de acuerdo a lo que informaron los organizadores. Los heridos sufrieron diversos traumatismos y fueron trasladados al hospital, aunque ninguno recibió una cornada por parte de los toros. Cabe recordar que en San Fermín murieron 14 personas desde 1911.
Más allá de las controversias, los organizadores confirmaron que el primer encierro duró 2 minutos y 30 segundos, y que éste fue “limpio y rápido”. El encierro tiene lugar todas las mañanas desde los corrales hasta la plaza de toros de Pamplona, a lo largo de un recorrido cercado de 825 metros.

Navarra se instala en Madrid
Si bien la fiesta es una tradición de Navarra, también tiene su correlato en la capital española. Así, el 6 de julio la parroquia de San Fermín de los Navarros situada en el madrileño paseo Eduardo Dato lanzó el tradicional chupinazo que da inicio a las fiestas gracias a las cuales miles de navarros que no pueden acudir a su tierra disfrutan del tradicional San Fermín en Madrid.
Precedido de 12 campanadas con cuartos incluidos, al estilo de las de Fin de Año, se escuchó el himno de las Cortes de Navarra con la melodía de las campanas; luego los Sanfermines comenzaron oficialmente en Madrid al grito de “¡Viva San Fermín!, ¡Viva Pamplona!, ¡Viva Madrid!, ¡Viva España!”, grito que arrancó el aplauso de todos los asistentes.
Según informó la agencia de noticias EFE, más de medio centenar de personas vio el chupinazo de este año desde la capital española, una cifra que se transforma en un récord de participación en sus 28 años de historia. Gran parte de los asistentes acudió con vestimentas de los colores típicos de la festividad: rojo y blanco.
Durante el evento se repartieron 75 kilos de chistorra (embutido tipo longaniza) y 35 cajas de vino. Los productos se degustaron al ritmo de la música navarra, que unió a todo el público que se había concentrado allí, fueran de Navarra o no. Además, a la entrada de la parroquia se vendieron diversos artículos relacionados con San Fermín, entre ellos el famoso pañuelo rojo con el escudo de la Comunidad de Navarra.

Las controversias
Este tipo de eventos, tan celebrados en algunos sectores de la sociedad española, suelen ser repudiados en muchos otros lugares del planeta. Es por eso que antes que comiencen las primeras corridas de este año en San Fermín, se realizó un acto contra la tauromaquia, frente a las puertas de la Plaza de los Toros de Pamplona.
Unos 50 activistas se colocaron en el lugar de los toros, llevando únicamente ropa interior negra, quedaron acostados en el piso durante doce horas simulando los cincuenta cadáveres de los toros, con banderillas clavadas en sus espaldas y sangre artificial para dar a la escena un tinte de