En el corazón de Europa, más precisamente en la República Checa se celebró la Navidad en medio de emoción y tradiciones ancestrales que se mantienen aún en el siglo XXI como símbolo de una cultura que se moderniza pero sigue respetando un pasado al que mantiene vivo.
Las festividades comenzaron el 5 de diciembre con la llegada de San Nicolás, que marca el inicio de las celebraciones navideñas con un apartado especial para los pequeños de todos los hogares. Ese día los niños checos reciben la visita de este Santo, al que siempre le acompañan un diablo y un ángel, en una antigua costumbre que cada pueblo mantiene: visitan cada casa, ven al niño y le preguntan si se ha comportado bien durante el año, entonces él tiene que recitar algún poema. Pero no todo termina aquí. Si el comportamiento del niño no fue el más adecuado, y sus padres lo corroboran, la culpa se castiga duramente. Si se ha comportado mal, el regalo se lo dará el diablo y serán papas o carbón. En tanto, si el niño se ha portado muy mal se enmarca en la leyenda del hombre del saco, que hace que en esos días olviden todos sus malos actos y sólo tengan buenas palabras a la hora de hablar de su comportamiento.

La hora de la cena
En la acostumbrada cena de Nochebuena en la República Checa suele servirse sopa de pescado para seguir con el segundo plato: carpa rebozada acompañada con papas.
En el período prenavideño se puede ver en las calles de Praga, grandes piletas con peces procedentes de la famosa zona de estanques del sur de Bohemia.
Otra creencia relacionada con la Nochebuena, que se mantiene vigente aún en 2008 es colocar una escama  debajo del plato para atraer felicidad y dinero en el próximo año. Cuenta la leyenda que si se corta una manzana al medio y el corazón forma una estrella, se tendrá felicidad y salud.
En cuanto a las típicas creencias relacionadas con el matrimonio, si las mujeres solteras de la casa lanzan un zapato de espaldas hacia atrás y la punta queda señalando la puerta, significa que el año que viene se casarán.

La celebración del año nuevo
Terminadas las fiestas de Navidad no hay mejor opción durante los meses de invierno europeos que pasar unas vacaciones y comenzar el año nuevo en las montañas, con kilómetros de pistas de esquí de fondo balizadas, de esquí alpino de diferente dificultad, otras de trineo y bob. Además se pueden encontrar estaciones de montaña con instalaciones y servicios de calidad en los montes de Krkonose, Beskydy, Jeseníky, Jizerské hory, Krusné hory, Orlick&ea