Los alquileres de alojamiento temporario se convirtieron en un problema de gran relevancia en Nueva York. Tanto así que propietarios y plataformas de alquiler se vieron obligados a regular sus alojamientos y pagar multas. Las mismas oscilan entre 50.000 y 100.000 dólares dependiendo a quién se le aplique.

En un corto lapso de tiempo, luego de la implementación de las medidas mencionadas, disminuyó esta clase de alquileres temporarios. En la actualidad, una problemática similar se acentúa en Argentina. 

Alquileres turísticos temporarios se duplicaron en los últimos 5 años

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, solo el 2 % de los Alquileres temporarios de turismo se encuentran registrados, en Mendoza no supera el 5 % de la oferta; mientras que en Bariloche se registró un 18 % y en Iguazú el 0 %. Del territorio nacional, Salta y Ushuaia tienen los porcentajes más altos en el registro de esta clase de alojamientos, con un 52 % y 29 % respectivamente. 

La presidenta de la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina, Gabriela Ferrucci, expresó: “Según un estudio realizado por la AHT, la oferta de Alquileres Temporarios se duplicó en los últimos 5 años, mientras que la de la hotelería formal apenas se mantuvo”. 

En la Ciudad de Buenos Aires, los alquileres temporarios tiene un registro implementado en el cual deben inscribirse y cumplir con el reglamento que se establece. Por ejemplo, la constitución de un domicilio digital, los papeles que acrediten la titularidad del propietario sobre la unidad, certificación del registro y la actualización de las condiciones del alojamiento establecido en el artículo 10 de la Ley N°6255.

Sin embargo, pese a esa instancia de regulación, desde la AHT aseguran que los hoteles se encuentran en una competencia desleal. En esa línea, desde la Asociación trabajan con el objetivo de desarrollar la legislación donde no la haya, que provea un marco seguro para el huésped, los vecinos y para el propietario, desarrollando la actividad en el marco de la legalidad en todos sus planos: impositivo, laboral, etc.

Es por esto que la AHT considera que los alojamientos temporarios no deben ser prohibidos, sino regulados adecuadamente, permitiendo un desarrollo equilibrado, protegiendo a los usuarios, consumidores y destinos turísticos, garantizando una fiscalidad equitativa y condiciones de trabajo justas. 

Las complicaciones negativas de los Alquileres Temporarios Turísticos

Con el alto nivel de turismo que se lleva adelante en la Ciudad de Buenos Aires, los alquileres de uso temporario generaron una problemática para los residentes argentinos. 

La dificultad en el acceso a la vivienda se da, en parte, porque los montos de los alquileres se han encarecido debido al gran mercado que significa el turismo y la oferta se destina al visitante. Esta situación, no solo sucede en la ciudad porteña, sino que se replica en destinos como Ushuaia, Villa La Angostura y Bariloche, entre otros. 

En cuanto a términos de seguridad implica otra complicación negativa, alquilar genera una inseguridad adicional para el pasajero. 

Entre los riesgos concretos para los turistas se encuentran: estafas, uso de espacios no habilitados, falta de seguros, falta de registro e identidad de los huéspedes, actos de violencia, robos y violaciones hasta pérdidas de vidas, impactan negativamente no solo en los destinos y en la industria hotelera sino en la oferta de otros proveedores de servicios turísticos. 

Las estafas virtuales, también son parte de estos riesgos. En la ciudad de Bariloche, se registraron múltiples casos de propiedades publicadas que, tras ser abonadas por los huéspedes al arribar al destino, se encontraban con que eran ficticias y en muchos casos en condiciones inhabitables.

Frente a estas, la Asociación Hotelera considera fundamental promover la prevención como prioridad, siendo esencial que el huésped se informe con la dirección de turismo local sobre los establecimientos habilitados y realice una investigación exhaustiva sobre la propiedad y el propietario antes de realizar cualquier pago.