El informe anual de OACI concluyó que durante 2020 se generó una retracción del 60%, lo cual se tradujo en 2690 millones de viajeros menos que en 2019.

Hace 17 años que la industria aérea no tenía un movimiento internacional de pasajeros tan bajo. Según el informe anual publicado por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), durante 2020 dejaron de viajar alrededor de 2690 millones de pasajeros, lo cual se tradujo en una caída del 60% para el sector. La última vez que se habían registrado tan sólo 1810 millones de personas volando fue en 2003. El contraste con los 4500 millones de viajeros que hubo en 2019 es muy grande.

A raíz de esta enorme retracción de la demanda, las aerolíneas perdieron 372.486 millones de dólares en ingresos operativos brutos por pasajeros. Además, la agencia que integra la Organización de las Naciones Unidas (ONU) informó que las líneas aéreas redujeron un 50% su oferta de asientos durante el año pasado, como consecuencia de los recortes de frecuencias y de rutas.

El tráfico internacional sufrió una fuerte baja de 74% (1376 millones de viajeros menos). En este ámbito, las compañías redujeron su oferta de asientos en un 66% y perdieron aproximadamente 250.000 millones de dólares. En el terreno doméstico el impacto no fue tan grande como en el emisivo: caída del 50% (1314 millones de pasajeros menos), recorte de capacidad del 38% de las plazas ofrecidas y pérdida de 120.000 millones de dólares.

Los aeropuertos, por su parte, experimentaron una reducción de 64,2% en tráfico de pasajeros y de 65% en ingresos.

Según OACI, en el primer semestre de 2021 se producirá una disminución de entre un 38% y 46% en cuanto a los asientos ofrecidos, en comparación con el mismo período de 2019. En términos de viajeros, la retracción será de entre 47% y 57%.