La medida entrará en vigencia el 26 de enero y tiene como objetivo ayudar a controlar la cantidad de contagios.

La asunción de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos marcará, desde un comienzo, un cambio radical en las políticas sanitarias en torno a la pandemia de coronavirus. Es por ello que, a partir del 26 de enero, el país norteamericano exigirá un PCR negativo a los turistas que lleguen por vía aérea.

La intención del nuevo gobierno estadounidense es evitar que los visitantes ingresen con alguna nueva cepa del virus e intensifiquen la gravedad del impacto en uno de los países que han sido más afectados por la pandemia, ya que registró casi 23 millones de casos positivos y 380.796 muertes.

De esta manera, todos aquellos que arriben a Estados Unidos deberán presentar un resultado negativo de un testeo realizado hasta 72 horas antes de la salida del vuelo. El mismo deberá ser presentado al momento de subir al avión, ya sea en papel o en formato electrónico, o bien proporcionar la información que acredite que se han recuperado del coronavirus.

Además, las autoridades norteamericanas aconsejan realizarse otra prueba a los tres o cinco días de haber aterrizado y aislarse una semana después del viaje, con el objetivo de reducir los contagios relacionados con el turismo.