Con la hospitalidad, la armonía y el respeto como principales valores, la danza popular muy típica en Corrientes recibió la distinción a nivel mundial.

Sin dudas, las danzas nacionales suelen ser motivo de grandes festejos y celebraciones a lo largo y a lo ancho de Argentina. En esta ocasión, el rol distinguido fue nada más y nada menos que para el chamamé, oriundo de la provincia de Corrientes, que fue nombrado como Patrimonio de la Humanidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Con grandes valores como el amor por la tierra, el respeto a la naturaleza y la amistad entre los seres humanos, la manifestación cultural desempeñó un rol más que interesante en la evolución​ del litoral argentino, precisamente porque se transformó en una gran parte de su idiosincrasia.

"Es un honor para el país y para la provincia de Corrientes esta distinción por parte de la UNESCO. Felicitamos a quienes han trabajado intensamente para que este reconocimiento se produzca y que suma a la Argentina un elemento más para mostrar este producto en el ámbito internacional. El chamamé es el reflejo de la buena hospitalidad, la armonía y el respeto entre las personas. Es otro motivo para que el turismo mundial nos visite y conozca a fondo nuestra increíble cultura", declaró Ricardo Sosa, secretario ejecutivo del Instituto Nacional de Promoción Turística (INPROTUR).

La ciudad capital homónima es una de las más importantes del Litoral, con un intenso ritmo diario y con playas que en verano reúnen a grandes cantidades de viajeros que se enfocan en el mate, la pesca y, por supuesto, el chamamé. Con el sapukay como grito emotivo y de fuerza, este baile seguirá yendo por más, con el claro objetivo de seguir atrayendo turistas de todo el mundo.