El país vecino tomó la decisión de solicitar un diagnóstico negativo de COVID-19 para permitir el ingreso. La medida será para residentes y extranjeros.

Hace algunas semanas, el presidente Jair Bolsonario había solicitado a los Estados brasileños no agregar nuevas restricciones a los viajes durante toda la temporada de verano. No obstante, sorpresivamente, este viernes firmó un decreto por el cual se establece la obligatoriedad de presentar un test PCR negativo de COVID-19 para ingresar al país. La medida comenzará a regir desde el próximo 30 de diciembre y se aplicará tanto a residentes que regresen del exterior como a visitantes extranjeros.

Los turistas deberán realizarse la prueba hasta 72 horas antes de abordar su avión. Todos los aeropuertos habilitados para recibir pasajeros verificarán que las personas cuenten con este aval médico.

"El viajero de procedencia internacional, brasileño o extranjero, tendrá que presentar a la aerolínea responsable por su vuelo, antes del embarque, un documento comprobando la realización de examen de laboratorio RT-PCR para rastreo de la infección SARS-CoV-2, con resultado negativo/no reactivo, realizado como máximo 72 horas antes del embarque", dice el anuncio oficial.

Además, los visitantes deberán firmar una declaración jurada de salud, en la que se comprometen a cumplir todas las medidas sanitarias impuestas por el Gobierno brasileño.