Luego de casi seis meses, ambos países reiniciaron sus vuelos de pasajeros ayer por la mañana con fines empresariales y en la modalidad "burbuja".

Ayer por la mañana, después de casi seis meses sin vuelos comerciales por la suspensión generada a raíz de la pandemia de coronavirus, Paraguay y Uruguay restablecieron su conexión aérea a través de una operación de la aerolínea Amaszonas, con 28 pasajeros en total, bajo la modalidad "burbuja" y con fines corporativos, ya que uno de los objetivos principales en este momento es atender el flujo de empresarios e inversores de ambos países.

El vuelo Z7 740 despegó desde el aeropuerto de Carrasco a las 8 y aterrizó en el Silvio Pettirossi a las 8:50. Luego, el avión salió como Z7 741 a las 10 y llegó a Montevideo a las 12:50, según lo previsto.

Dentro del conocido ritual de bautismo que se realiza cuando se trata de una primera operación, el tan esperado vuelo burbuja fue recibido por un camión hidrante, con chorros de agua, aplausos y el clásico sonido de las sirenas que retumbaron en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi.

Según lo indicado por Félix Kanazawa, presidente de la Aeronáutica Civil paraguaya, las únicas compañías aéreas habilitadas para operar son Paranair y Amaszonas Uruguay, que ofrecerá una frecuencia semanal todos los lunes de septiembre según lo establecido en un decreto presidencial del primer mandatario paraguayo Mario Abdo Benítez.

En Paraguay podrán ingresar residentes nacionales y extranjeros, técnicos especializados, tripulación y otros casos excepcionales puntualmente identificados y autorizados que requieran realizar servicios de asesoría técnica presencial en el actual periodo de pandemia por COVID-19, mientras que a Uruguay también podrán viajar por motivos de reunificación familiar, sin dejar de lado oficios puntuales como choferes de transporte internacional, diplomáticos acreditados, pilotos de aeronaves, prácticos de buques y otros ingresos transitorios por razones humanitarias.