El Gobierno autorizó la actividad de los alojamientos, aunque no podrán recibir a pasajeros con fines turísticos. Hay muchas dudas sobre cuántos querrán abrir.

La semana pasada, cuando Alberto Fernández anunció la extensión del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio en el AMBA y otros puntos del país hasta el 30 de agosto, el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, adelantó que intentarían avanzar con la apertura de los hoteles de la ciudad. Finalmente, esa autorización llegó este martes, con una publicación del Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en el Boletín Oficial.

De esta manera, todos los alojamientos de Buenos Aires podrán volver a recibir pasajeros desde el próximo lunes, aunque no con fines turísticos. En concreto, están habilitados para hospedar a no residentes en la ciudad que cuenten con el permiso de circulación por desempeñarse en alguna actividad esencial y a personas que se encuentren realizando algún tratamiento médico prolongado y necesiten permanecer temporalmente en CABA.

Los huéspedes deberán ceñirse estrictamente a los protocolos aprobados por el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación para la actividad hotelera. Es decir, durante esta etapa, sólo estará permitido el uso de las habitaciones con room service para desayuno, almuerzo y cena. Cualquier espacio común del establecimiento estará cerrado al público y habrá sentidos de circulación único en los pasillos para evitar cruces de personas.

Muchas dudas 

En el sector dudan sobre la conveniencia de abrir para recibir a una cantidad de pasajeros ínfima, ya que ni por asomo se alcanzará un margen mínimo de rentabilidad. De hecho, según averiguó Mensajero, la gran mayoría de los establecimientos de la filial porteña de AHT optaría por no retornar al trabajo en esta etapa. Claro, los altos costos fijos que implica poner en funcionamiento un hotel para tener muy pocas habitaciones ocupadas generaría más pérdidas que estar cerrados. Si bien los empresarios del rubro reconocen que la medida no tiene tanta utilidad desde el punto de vista económico, admiten que es positivo como un primer paso para avanzar hacia la apertura definitiva al turismo convencional.

Un blanqueo

A su vez, la medida anunciada por el Gobierno porteño y autorizada por Cafiero servirá para transparentar algunas cosas que hasta hoy se mantenían en funcionamiento bajo un gris en el aspecto legal. Por ejemplo, algunos hoteles que estaban alojando tripulaciones abocadas a tareas de repatriación de personas. Con esta posibilidad, todas esas situaciones quedarían blanqueadas y contempladas por la ley.