El intendente Fernando Almeda vetó la propuesta de los concejales de cobrar un impuesto a quienes visiten la localidad. Sin embargo, no la descarta para el futuro.

Cafayate es una de las localidades más representativas del turismo salteño y se encuentra entre las más concurridas durante esa etapa en que la actividad se está desarrollado únicamente para el público local. En el contexto de la crisis económica que atraviesa la industria en todo el país, el Concejo Deliberante aprobó por unanimidad una ordenanza que propone cobrar un impuesto de $50 a los visitantes, propuesta que encendió la polémica en el sector.

"Es una ecotasa que se pretende cobrar en los controles, y está destinado más que nada para las temporadas altas" explicó Cristian Avellaneda en una entrevista con una radio local, y agregó que "se pagaría en un puesto de control, más específicamente en La Punilla, y lo recaudado está más que nada pensado para que se cobre a las agencias de viaje con contingentes que superen los 10 y 20 pasajeros y sobre todo para temporada alta".

Sin embargo, el proyecto fue derribado antes de comenzar a levantar vuelo. Fernando Almeda, intendente de la localidad, anunció el día de ayer en una conferencia de prensa que vetó el impuesto, aunque no lo descarta para el futuro: “La intención no es mala, pero no es el momento. Lo tiene Bariloche, las Cataratas del Iguazú o Brasil, y nadie chilla. Pero la medida tiene una serie de falencias que amerita que la observe”.

Cafayate: puntos suspensivos a una iniciativa polémica

Por su parte, Carlos Eckhardt, presidente de la Cámara de Turismo de Salta, contó que el sector privado se encuentra "sumamente molesto y con toda razón". Además, disparó contra los concejales que aprobaron la medida: "Los muchachos, en lugar de estar trabajando en cosas que realmente hagan al sector, están mirando al año que viene y se están equivocando".