El MinTurDep presentó el anexo del Protocolo COVID-19 para prestadores turísticos, con recomendaciones destinadas a actividades productivas, educativas y recreativas.

En medio de los avances y retrocesos que ocasiona el coronavirus, el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación (MinTurDep) presentó ayer el anexo del Protocolo COVID-19 para Prestadores Turísticos, con medidas sanitarias para distintas actividades productivas, educativas y recreativas que se desarrollen en entornos rurales, a fin de contener la propagación de la enfermedad.

Las recomendaciones para el turismo rural son una prioridad para empezar a pensar en lo que vendrá una vez finalizada la pandemia, principalmente por el cambio de hábitos que presentarán los turistas al momento de elegir un destino para visitar. En ese sentido, los entornos naturales y rurales podrían tener una "ventaja" por encima del resto, y aún más si se trada de Argentina, que tiene destinos consolidados y emergentes donde el visitante puede realizar diversas actividades recreativas en un espacio natural.

El documento fue elaborado por el Ministerio en conjunto con la Cámara Argentina de Turismo (CAT), el Instituto de Calidad Turística Argentina (ICTA), la Asociación Argentina de Ecoturismo y Turismo Aventura (AAETAV), la Federación de Cámaras de Turismo de la República Argentina (FEDECATUR) y las provincias, a través del Consejo Federal de Turismo (CFT).

Las recomendaciones para las actividades productivas incluyen la planificación y organización de un cronograma de visitas, justamente para llevar un control de la capacidad máxima de ocupación del lugar según lo establecido por el Ministerio de Salud de la Nación.

Es vital establecer una estricta agenda de ingreso y egreso de visitantes con la duración de cada actividad incluida para evitar el entrecruzamiento de los grupos. De esta forma, se generaría el tiempo suficiente entre prestación y prestación para poder desinfectar correctamente los espacios y elementos utilizados.

Otro de los consejos que figura en el protocolo es el de evitar las visitas autoguiadas o libres para que los turistas no entren en contacto con los equipos de producción. En el caso que se realicen degustaciones de productos, deben optimizar los tiempos, procurando no superar los 15 minutos de duración y la utilización de utensilios descartables.

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En el caso de venta de productos, se sugiere instalar vitrinas a fin de evitar que los visitantes tomen contacto con las mercancías, ofrecer promociones o kits prearmados a fin de agilizar el proceso de ventas y facilitar e incentivar la utilización de medios electrónicos de pago.

En relación a las visitas educativas en ámbitos de turismo rural, es importante coordinar con las instituciones educativas los días y horarios disponibles, precisamente para evitar que se crucen los estudiantes entre sí.

En el caso de contar con instalaciones para la realización de picnics y meriendas, se deberá verificar que las dimensiones y la distribución de los espacios respeten el distanciamiento social establecido. Las superficies de contacto de dichos espacios deberán ser desinfectadas antes de su utilización por parte de otro grupo.

Respecto a las actividades recreativas en el ámbito del turismo rural, se sugiere procurar y recomendar que cada visitante lleve su propio equipo y elementos personales para la realización de la actividad recreativa.

En el caso de actividades náuticas, se deberá determinar la capacidad de las embarcaciones de acuerdo con el tamaño de la unidad, y si se utilizan suplementos para las actividades (chalecos, cascos, riendas, etc.).

En aquellos casos en que la prestación del servicio incluya además el pernocte, se deberán contemplar las pautas pertinentes del Protocolo COVID-19 para Alojamientos turísticos del Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación.