Según le adelantaron a Mensajero, en la provincia esperan tener avanzada la ley para los últimos días del mes. 

Chaco, uno de los destinos más golpeados por la cantidad de contagios, buscará darles un respiro a sus empresas de turismo en las próximas semanas. Con la expresa autorización del gobernador Jorge Capitanich, el Ejecutivo se encuentra diagramando un proyecto de ley para declarar la emergencia turística, junto con los integrantes del sector privado y los miembros de la Cámara de Diputados.

Si bien aún están en etapa de consultas con las diferentes partes para definir bien el armado del texto, mientras por otro lado se buscan consensos en la Legislatura, el documento intentará otorgar alivio fiscal y económico. Al igual que en los modelos aplicados en provincias que ya sancionaron la emergencia turística, se diferirá el pago de Ingresos Brutos para compañías vinculadas al sector y se negociará con los prestadores de servicios de agua y luz para reducir tarifas o contemplar un cargo básico, teniendo en cuenta que todavía no hay un horizonte de apertura.

Según le dijeron a Mensajero desde el Instituto de Turismo del Chaco, ya hubo reuniones con los miembros de la Comisión de Turismo y Deportes de la Cámara de Diputados provincial y un segundo encuentro con Hugo Sager, presidente de la cámara. Allí también estuvieron los referentes del empresariado turístico local. "Entendemos que va a haber consenso para que salga adelante con celeridad", aseguraron desde el gobierno chaqueño, que intentará avanzar en el armado del proyecto para fines de julio.

Días antes, Capitanich ya había anunciado vía Twitter su intención de declarar la emergencia turística: "Vamos a proteger a esta industria tan importante y a sus fuentes de trabajo, porque son una parte fundamental de la recuperación económica para lo que viene".

En ese marco, el gobernador anunció un plan de flexibilización del aislamiento, que consta de tres fases separadas por 15 o 20 días cada una. Allí se contempla la apertura de algunas actividades vinculadas al turismo, aunque en ningún caso se incluye al transporte de pasajeros. Se trata más que nada de aspectos recreativos para la comunidad local. Entre ellos, se encuentran los bares, restaurantes y hoteles.