La línea aérea de bandera estableció los lineamientos de seguridad e higiene para cuando pueda retomar sus vuelos.

Tras la pandemia de coronavirus quedará un mundo completamente distinto. Eso es algo que se repite constantemente en los medios de comunicación y que se puede palpar en los nuevos protocolos sanitarios que establecen paulatinamente los destinos y prestadores de servicios turísticos. Esta vez fue el turno de Aerolíneas Argentinas, que terminó de definir los últimos detalles de sus lineamientos de seguridad e higiene para cuando pueda reiniciar las operaciones comerciales.

El documento que difundió la compañía apunta fundamentalmente a mantener la distancia social en los espacios compartidos, a reducir al mínimo el contacto de los pasajeros con los tripulantes y objetos que se encuentran dentro de las aeronaves, y a establecer un sistema de control de posibles síntomas de COVID-19.

En primer lugar, en el futuro habrá que tomarse un poco más de tiempo para llegar al aeropuerto. Según recomiendan desde la aerolínea de bandera, habrá que estar, como mínimo, dos horas antes de un vuelo de cabotaje. En la puerta de acceso se le tomará la temperatura a cada pasajero, quienes ya no podrán ingresar a las terminales con familiares o acompañantes. Además, en todo momento deberán utilizar tapabocas.

Al momento del check-in, si bien recomiendan llegar con el registro ya hecho de manera online, recuerdan que se podrá seguir realizando en los counters. Sin embargo, a partir de ahora no será necesario entregarle el DNI al personal de la empresa para que tome los datos previos al vuelo, sino que alcanzará con mostrarlo de lejos. A su vez, estará permitido llevar una botella de alcohol en gel de 100 mililitros en el equipaje de mano.

El embarque se llevará a cabo por grupos reducidos y siempre comenzando por las filas del fondo, utilizando como prioridad las puertas con mangas de acceso. En caso de que se deban usar los micros, también se hará con grupos reducidos. Al mismo tiempo, en ese intento por aminorar lo más posible la interacción entre pasajeros y personal, cada viajero se encargará de escanear su propia tarjeta de embarque en los lectores antes de subir al avión.

Durante todo el vuelo permanecerá la obligatoriedad del uso de barbijos o tapabocas y se suspenderán el material de lectura, mantas, almohadas y auriculares. En las operaciones de cabotaje y regionales no habrá servicio de comidas y bebidas a bordo momentáneamente. En los vuelos internacionales, en cambio, se ofrecerá un servicio limitado, con un menú de contingencia servido en bolsas individuales. "Al finalizar, te solicitaremos que descartes todos los elementos en la misma bolsa en la que los recibiste para disminuir la interacción con la tripulación", piden desde Aerolíneas Argentinas en el flamante protocolo sanitario.

Por último, recordaron que sus aeronaves cuentan con "los más altos estándares de cuidado y prevención" por su tratamiento de limpieza y sus filtros especiales de aire acondicionado, que elimina el 99,9% de bacterias y microbios que circulan. La desinfección, en tanto, se realizará antes y después de cada viaje, con un tratamiento más intenso en zonas de alto contacto, como asientos, apoyabrazos, mesas rebatibles, cinturones de seguridad, pantallas, controles, baños, cestos de residuos y puertas.