Las pymes podrán seguir utilizando estos préstamos para abonar los salarios de abril y mayo, aunque las posibilidades de acceso siguen siendo restringidas.

La línea de créditos al 24% que instrumentó el Banco Central hace más de un mes tiene como objetivo brindarles asistencia financiera a las pymes más afectadas por la abrupta caída en la facturación a raíz de la pandemia. Inicialmente se puso en marcha para ayudar en el pago de salarios de marzo, aunque la extensión de la cuarentena llevó a que la entidad monetaria lo ampliara para abonar sueldos de abril y mayo. 

La buena noticia para las firmas más urgidas es que podrán complementar este crédito con el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP). Es decir que, mientras el Estado se hace cargo del 50% de los salarios de su plantilla de empleados, ellas estarán habilitadas para cancelar la mitad restante con la plata que les presten los bancos a través de esta línea. Contarán con un período de gracia de tres meses hasta pagar la primera cuota y sólo deben cumplir con el requisito de tener certificado MiPyme. 

Tampoco será necesario que se preocupen por conseguir una garantía, ya que el Estado, por medio del Ministerio de Desarrollo Productivo, brindará el soporte necesario a través del Fondo de Garantías Argentino.

¿Cuál es la mala en todo esto? Según lo que reportaron muchos empresarios del sector turístico, el acceso a esta línea de créditos sigue siendo muy limitado por las trabas burocráticas que surgen en los bancos. Incluso con una garantía cubierta por el Gobierno nacional, las entidades evitan a toda costa prestarles dinero a las compañías hundidas en deudas. También hay problemas de cupo, ya que el monto disponible para estos préstamos se agota rápidamente por la gran cantidad de pymes que envían solicitudes para recibir asistencia financiera.