En diálogo con Mensajero, una de las cámaras empresarias del sector defendió el uso de estos vehículos y le pidió al ministerio de Transporte que "no se deje presionar".

Fue un inicio de año complicado para las empresas de transporte terrestre de pasajeros. La concatenación de tres accidentes de manera consecutiva, en uno de los cuales se vio involucrado un micro de la compañía Vía Bariloche, con un saldo de dos muertos y más de 30 heridos, dieron el pie para que la seguridad de los ómnibus de doble piso fuera fuertemente cuestionada por la opinión pública. Como consecuencia de eso, Mario Meoni, ministro de Transporte de la Nación, firmó una resolución el miércoles de la semana pasada, en la que instruía a Mario Saieg, secretario de Gestión de Transpote, a que inicie "un procedimiento tendiente a determinar la conveniencia, perjuicios, riesgos y viabilidad" de esos vehículos. A su vez, le solicitó la elaboración de un informe con las medidas adoptadas en un plazo de 60 días.

De esta manera, ante la posibilidad de que en dos meses dejen de circular los micros de dos pisos, los empresarios del transporte terrestre manifestaron su preocupación, aunque avisaron que acompañarán cualquier investigación que se quiera llevar a cabo por parte del Estado, siempre y cuando "haya sentido común y no se dejen presionar por la imagen colectiva de que hay que sacarlos porque son peligrosos".

Gustavo Gaona, vocero de la Cámara Empresaria de Larga Distancia (CELADI), habló con Mensajero y explicó la postura de los privados del sector: "Hoy se discute la seguridad vial, a la que hay que entender como una construcción colectiva de la que participan muchos actores. Se pone en discusión a los doble piso, pero tenemos que hablar también de las rutas y de otras cuestiones. Nosotros no nos corremos de la responsabilidad, pero habría que ver cómo reaccionan las rutas argentinas ante un incidente. Es lógico que las autoridades, al ser nuevas, se quieran preguntar si estos vehículos son seguros, pero en los últimos 20 años se les hicieron una infinidad de estudios y todos dieron resultados favorables".

Gustavo Gaona, vocero de CELADI
Gustavo Gaona, vocero de CELADI

Las empresas basan su defensa de los ómnibus en la gran cantidad de mejoras tecnológicas realizadas en los últimos años y en estadísticas que indican que su incidencia en siniestros viales es de apenas el 1%, mientras que la de los autos particulares es del 65%. "Esto lo único que hace es que la gente decida dejar de viajar en colectivos por el miedo que se genera y que prefiera ir en auto, aumentando el número de accidentes. Además, si los reemplazan por coches de un piso o de piso y medio y se siguen produciendo accidentes, ¿qué van a decir?", agregó. Entre los avances técnicos que hicieron que los doble piso de la actualidad no tengan "nada que ver con los de 2010 o 2005", destacó el control electrónico de estabilidad y los limitadores electrónicos de velocidad al alcanzar los 100 kilómetros por hora.

Ante una eventual prohibición para que sigan circulando dentro de dos meses, Gaona se mostró confiado al remarcar que "el Estado no te puede decir que cambies todos los colectivos de acá a 30 días porque es inviable". En ese sentido, recordó que el sector del transporte terrestre de pasajeros cumple un rol social y de desarrollo para las economías regionales de todo el país, y que realiza rutas que las líneas aéreas no quieren operar por cuestiones de rentabilidad. "El Estado es el regulador de todo lo que ocurre en transporte, hasta dice cuánto hay que cobrar por kilómetro. Por eso, también es responsable de garantizar la viabilidad económica de las empresas. Nosotros somos privados, pero brindamos un servicio público. Eventualmente, llegado el caso de que haya que reemplazar la flota de doble piso, habrá un programa de reconversión, con financiación y créditos blandos. Nosotros damos por hecho que no va a surgir ninguna norma para que se dejen de utilizar en el corto plazo porque sería inviable", avisó.