El 31 de julio y 1 de agosto en Laguna Blanca, departamento de Belén, Catamarca, tendrá lugar el Festival de la Pachamama. La convocatoria corresponde a la Comisión de la Pachamama y el Municipio de Laguna Blanca. Por eso el 31 de julio es el acto oficial de las autoridades municipales y provinciales; y, por la tarde, se organizan competencias de fútbol 7, tiro de honda de hilo, truco, taba y sapo, a las que están invitados los turistas.
La plaza 1º de Agosto es el escenario de la fiesta más tradicional de la Puna de Catamarca. A las ocho comienzan a escucharse las bombas de estruendo: convocan a iniciar una nueva jornada en homenaje a la Pachamama, la Madre Tierra. Su poder, para quienes viven cotidianamente del contacto con la naturaleza, es infinito. Por eso, año a año, suspenden las exigencias cotidianas para agradecerle los bienes obtenidos: las lluvias, los vientos, los aromas, los frutos de la tierra, las plantas, los animales, los días y las noches.
La veneración a la Madre Tierra fue ganando protagonismo y cada año son más los viajeros que se suman a la celebración en Laguna Blanca (en 2008 participaron más de tres mil personas), además de los descendientes de los pueblos originarios de Villa Vil, Barranca Larga, Laguna Blanca, Corral Blanco, Aguas Calientes y la comunidad aborigen de Los Morteritos y Las Cuevas.

“Fortalecer la comunidad”
“Sigue siendo una de las fiestas más tradicionales de la Argentina porque encierra costumbres milenarias que han sufrido grandes cambios con el paso del tiempo y las generaciones. Los turistas se sorprenden año a año porque el departamento de Belén es uno de los que mejor conservan el legado de los ancestros en cuanto a la festividad de la Pachamama”, afirmó el arqueólogo Luis Fernando Morales Morales. Y explicó cuáles son los objetivos primordiales: “Fortalecer la organización comunitaria y generar un espacio para revalorizar y comercializar los productos locales, como el maíz. la papa andina y la quinoa”.
El ritual del 1º de agosto recupera los ritos ancestrales, como la selección del mejor ejemplar de un rebaño de ovejas para ser sacrificado en honor de la Pachamama. Y un discurso del jefe comunal del Distrito Villa Vil dará comienzo a la devoción. El Kokena, deidad mitológica vestido con prendas de lana de oveja y de llama y su bastón de canilla de suri, empiece a azuz