El chancho parecía lejano. La gripe que transmite y la psicosis que genera, estaban allá lejos. Sin embargo -como sucede en muchos otros órdenes- todo aquí llega más tarde. La recientemente famosa Gripe AH1N1 ya está instalada en estas latitudes aunque nadie pueda precisar bien la magnitud, el alcance, las medidas a tomar, los infectados y los muertos. Pero que la gripe existe y hay que tomar recaudos es innegable. Si se sobredimensionó o se utilizó políticamente y luego se les fue de las manos será un análisis para hacer posteriormente. Pero el otro virus que genera el chancho también ha llegado. La paranoia generalizada está instalada en nuestro país, los medios de comunicación bombardean al público con información -¿información?- que varía según el medio que la divulgue, ayudando muchas veces a crear confusión en lugar de llevar tranquilidad y educar sobre las medidas de profilaxis que se deben tomar. Los alcances y magnitud de este segundo virus ya comienzan a vislumbrase: escuelas cerradas, pueblos que han frenado sus actividades, laboratorios que ganan millones y medios que ganan algo similar. Pero ¿cómo afecta la Influenza A al sector turístico?
Cuando no es el chancho es el mosquito, las cenizas del volcán o el paro del campo. La realidad siempre se las ingenia para crear alguna dificultad en la actividad y eludir cualquier previsibilidad. En este caso, el adelantamiento -y estiramiento- de las vacaciones, el cese de actividades en algunos sectores y las recomendaciones de aislamiento, sumados a la paranoia, la desinformación y el miedo, son algunos de los ingredientes para conformar el combo perfecto para lo que auguran algunos como una mala temporada.

La culpa no es del chancho
En diálogo con Mensajero, el gerente de la operadora cordobesa Eilat Viajes y Turismo, Daniel Golbert, comentó: “La actividad  ha bajado terriblemente, prácticamente no se está vendiendo nada. A nivel receptivo las reservas bajaron un 20 por ciento respecto al año pasado. En lo personal creo que la temporada de invierno va a ser un desastre”.
Por su parte, el presidente de la Filial Tucumán de la Asociación de Hoteles de Turismo, Cristián Delaporte, comentó a este medio: “Venimos trabajando desde hace tiempo en este tema; lo vemos con mucha preocupación pero nos estamos ocupando de la situación, trabajamos junto a las autoridades pidiéndoles que la información que se divulgue sea manejada con cordura para no generar pánico”. Por otro lado afirmó: “Hace un tiempo se viene observando una caída en las reservas hoteleras. Quizás no sea una temporada brillante pero estamos confiados en que esto no va a ser una crisis muy grande para el turismo en nuestra provincia”.
Un referente de la actividad, Tommy Ryan, declaró: “Los extranjeros están viniendo a cuentagotas. Se cancelan reservas en gran escala”.
Oscar Vidal, del Ruca Cheli Village Ski Hotel de Bariloche, nos comentó: “Esta situación nos afectó muchísimo en la ciudad, se produjo una incertidumbre muy importante, lo estamos viendo reflejado en la caída de reservas. Si tomamos los números del año pasado, la caída sería de un 60 por ciento”.
Rodolfo Améndola, presidente de la operadora Amichi, indicó a Infobae: “La mayor retracción la estamos percibiendo en los viajes a Buenos Aires o entre puntos del interior del país pero que deben hacer escala en la Capital Federal”.
Mientras tanto, desde Marsans Argentina dijeron que, esta semana, las ventas cayeron un 30 por ciento sobre todo por el temor a contagiarse de influenza A.

Por las provincias
El titular de la Cámara de Turismo de Ushuaia, Marcelo Lietti, aseguró a Tiempo Fueguino: “Algunas reservas confirmadas se cayeron, pero sí notamos que hay baja en la venta de último momento, por ejemplo esta semana que estamos transitando, se vendió la semana pasada”.
El secretario de Turismo de Mendoza Luis Böhm reconoció que no son ajenos a esta crisis pero estimó que en estas vacaciones de invierno la cantidad de turistas nacionales que lleguen a la provincia será “buena”, aunque admitió que los visitantes extranjeros serán pocos debido a las recomendaciones de no viajar al país por la presencia de la gripe A y la crisis económica. Aceptó que el nivel de reservas en hoteles aún es bajo, pero aclaró que “ya casi nadie reserva antes de viajar”.
La Secretaría de Turismo de la Municipalidad de La Costa fue drástica. A través de un comunicado informó: “No se promocionarán las vacaciones de invierno ya que se aconseja no moverse de sus casas. Esta situación no significa que no tengamos afluencia turística en estas prolongadas y obligatorias vacaciones. Por esta razón se implementarán actividades al aire libre para evitar concentración de personas en espacios cerrados”.
El director provincial de Turismo de Santa Fe, Gustavo Reggiani, se mostró preocupado por la situación, aunque remarcó que se trata de una situación que afecta a todo el país, y que obviamente Santa Fe no es ajena a ella.
Por su parte, el subsecretario de Turismo de la Provincia de Entre Ríos, Adrián Stur, aconsejó el cierre de los complejos termales provisoriamente, hasta tanto se supere el pico de la enfermedad en todo el territorio. “Si bien esto generaría perdidas económicas importantes, debemos resguardar al turista”, aseguró Stur a diferentes medios de prensa.

AOCA y CAT también toman medidas sanitarias

La Asociación Argentina de Organizadores y Proveedores de Exposiciones y Congresos (AOCA) se ha reunido de forma extraordinaria con la Cámara Argentina de Turismo (CAT) y otras entidades del sector para establecer medidas sanitarias que garanticen el desarrollo de la actividad con normalidad. Según informaron, los predios feriales más importantes de Buenos Aires como así también los hoteles, han extremado las medidas de desinfección: pusieron a disposición de los asistentes productos para la higiene personal, mantienen ventilados los espacios, están capacitando permanentemente al personal que está en contacto con el público y dan información visible con los recaudos n