Como si la conservación de una especie se determinara por la rentabilidad, el último informe de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) afirma que las ballenas son mucho más valiosas vivas que muertas. Con este argumento buscan desalentar la caza de los cetáceos.
Según la comisión, que presentó el informe durante su reunión anual que se celebró en Portugal, la industria de observación de fauna marina genera actualmente cerca de US$2.100 millones al año en todo el mundo.
Se calcula que el ingreso de la caza de ballenas suma sólo decenas de millones de dólares.
Y por eso, agrega, los países que se dedican a la caza de ballenas se beneficiarían mucho si cambiaran esta actividad por la observación de los animales.
Sin embargo, un delegado de Islandia -país que recientemente anunció una gran expansión de su programa de caza del rorcual común (o ballena de aleta)- afirmó que las dos industrias son compatibles y pueden llevarse a cabo conjuntamente.
Como parte de su programa de caza Islandia planea capturar 150 rorcuales este año, junto con 100 ballenas minke.
El informe, comisionado por el Fondo Internacional de Bienestar Animal (IFAW), analizó datos de las compañías de caza de ballenas, organismos turísticos, investigadores y organizaciones