La Diputada Marta Velarde, de la Coalición Cívica, presentó un proyecto de ley para reducir el IVA al 10,5 por ciento en el sector de restaurantes, bares y cafés. FEHGRA apoya la iniciativa. Por otro lado, las empresas ya están pidiendo subsidios en el Ministerio de Trabajo.

A esta altura ya nadie puede desconocer el mal momento por el que están pasando las actividades vinculadas directa e indirectamente al turismo. Los viajes internacionales, sean por crisis, gripe A o por cualquier otro factor se han visto disminuir gravemente, y el turista nacional está golpeado por la crisis interna y la coyuntura electoral.
En este escenario, muchos hoteles y restaurantes del país tuvieron que cerrar sus puertas o, en el mejor de los casos, despedir personal o congelar los salarios. De ahí la puja que se dio hasta hace pocos días entre la FEHGRA y el sindicato UTHGRA para llegar a un acuerdo salarial que dejase bien paradas a ambas partes.
Pero más allá de este acuerdo que finalmente se logró, la FEHGRA está embarcada desde hace años en un proyecto de reducción del Impuesto al Valor Agregado al 50 por ciento de su número actual. En el mismo sentido, la Diputada Nacional Marta Velarde presentó un proyecto de ley para la reducción del IVA al 10, 5 por ciento para las ventas en bares, restaurantes, cantinas, salones de té, confiterías y, en general, por quienes presten servicios de refrigerios, comidas o bebidas, en locales propios o ajenos.
Desde FEHGRA acompañan la iniciativa. Mario Zavaleta, secretario de la Federación, quien indicó: “El sector está con graves problemas y por supuesto que apoyaremos este proyecto de la Diputada Velarde. Nosotros le planteamos una idea más abarcativa, que incluya también inversiones y reducir, por ejemplo, al 50 por ciento el IVA a todos los artículos de primera necesidad”.

El inciso M
La inclusión del inciso M en el artículo 28 de la ley del Impuesto al Valor Agregado (texto ordenado en el año 1997), que propone llevar el IVA al 10,5 por ciento, significaría muchas soluciones para el sector.
En las justificaciones, el texto dice: “En los últimos tiempos, por diversos factores,  el sector gastronómico fue decayendo en su nivel de actividad, de tal manera que a valores declarados, tuvieron que cerrar más de cuatrocientos locales de venta gastronómica,  sólo en la Ciudad autónoma de Buenos Aires, sin mencionar las cifras que se extienden a nivel nacional. Se debe destacar que es un sector de nuestra economía que genera mano de obra intensiva, y no registra índices de trabajo informal elevados.
Para sumar a este proyecto, en estos días es noticia que Francia, que tenía previsto reducir el IVA de restaurantes el año que viene (pasándolo del 19,6 al 5,5 por ciento) adelantará dicha medida al próximo 1 de julio para recuperar competitividad y animar el consumo. Es por ello que en el presente proyecto de ley se propone una disminución en la alícuota del IVA, estableciendo que la tasa será del 10,5% para “las ventas en bares, restaurantes, cantinas, salones de té, confiterías y en general por quienes presten servicios de refrigerios, comidas o bebidas en locales -propios o ajenos-, o fuera de ellos.” De esta forma se estaría ayudando a un sector que fue seriamente golpeado por la crisis, mediante una política activa de beneficios impositivos”.

La otra pata
Por otro lado, existe la resolución 72/09 del Ministerio de Trabajo a la cual ya muchos empresarios están empezando a echar mano. Se trata del Programa de Recuperación Productiva, recientemente prorrogado hasta el 31 de diciembre de 2009, y abunda en un subsidio que brinda a los trabajadores de las empresas adheridas una suma fija mensual no remunerativa de hasta 600 pesos y por el plazo de hasta 12 meses, destinada a completar el sueldo de su categoría laboral, mediante el pago directo por ANSES. Para acceder a este beneficio las empresas deben acreditar la situación de crisis por la que atraviesan, estipulando las acciones que piensan desarrollar para su recuperación y comprometerse a n