Marruecos inaugurará en los próximos siete años un total de seis nuevos complejos turísticos, tras realizar una inversión de más de 50.000 millones de dirham (unos 4.500 millones de euros), con el objetivo de fomentar el turismo de 'sol y playa', principalmente procedente de Europa, y potenciar así un sector "clave" para la economía del país.
 "A pesar de la crisis, tenemos que mantener el ritmo de inversiones para reforzar la calidad del sector turístico", recalcó el ministro de Turismo del país, Mohamed Boussaid, en el marco de una jornada sobre mercados de inversión con motivo de la Novena Jornada de Turismo en Saïdia.
En este sentido, el ministro explicó que dichas aperturas se enmarcan dentro del Plan Azur -incluido a su vez en el plan Vision 2010-, que prevé la puesta en marcha de un complejo en la Costa Mediterránea, ya abierto, y otros cinco en la costa atlántica.
De esta manera, tras la apertura del Mediterrania Saïdia -que contó con una inversión de 19.000 millones de dirhams (unos 1.700 millones de euros) y que alberga un hotel Iberostar y otro de la cadena Barceló-, el próximo mes de octubre se inaugurará el Magazan, a 80 kilómetros de Casablanca, que con 6.300 millones de dirham (unos 600 millones de euros) de inversión, aportará 8.000 camas más a la capacidad hotelera del país.
A lo largo de 2010 abrirán sus puertas el complejo Lixus con 12.000 plazas y tras 6.000 millones de dirham de inversión (unos 540 millones de euros) y el Essaouira Mogador que, tras destinar 6.800 millones de dirham (604 millones de euros), ofrecerá 10.500 camas. Finalmente, en 2015 se estrenará el Cala Iris con 7.100 camas y 6.000 millones de dirhams (533 millones de euros) de inversión y en 2016, el Oued Chbika, con 10.000 plazas.
En todos los casos, además de hoteles, los complejos contarán con apartamentos turísticos o villas, así como un gran número de servicios, como campos de golf, centros comerciales o clínicas.
El ministro de Turismo destacó que sólo en los cuatro primeros meses del año, la inversión en el sector ascendió a 11.000 millones de dirham (980 millones de euros), a lo que hay que sumar otro monto inversor similar en  infraestructuras para potenciar las nuevas áreas turísticas.
A este respecto, Boussaid recordó que los aeropuertos del país han pasado de 560 frecuencias semanales en 2003 a 1.130 vuelos a la semana a finales de 2008, lo que ha permitido a Marruecos duplicar las llegadas de pasajeros internacionales, que alcanzaron el pasado año los once millones de viajeros, a pesar de la caída generalizada del transporte aéreo de viajeros en 2008.
El Gobierno marroquí, que estima que los objetivos del plan Vision 2010 están ya cumplidos en un 90%, trabaja en un nuevo plan que abarque las principales líneas de su política turística hasta 2020.