La Cámara Argentina de Turismo (CAT) presentó el quinto informe “La importancia de la actividad económica del turismo y viajes en Argentina” realizado por Adolfo Sturzenegger y Natalia Porto.
Durante la presentación, Sturzenegger explicó que “el turismo no aparece como uno de los sectores específicos de los análisis de cuentas nacionales porque corta transversalmente a todas las actividades económicas”. De ahí la importancia de este documento, destacado por los autores como una herramienta para la toma de decisiones, sobre todo en tiempo de crisis. Si bien fue finalizado en agosto, puede ayudar a las previsiones de lo que se viene.
De acuerdo al informe, la contribución del turismo a la actividad económica general del país fue del 7,6 por ciento en el Producto Bruto Interno (destacándose como la participación más alta de los últimos 18 años), del 7,2 por ciento en el total de empleos y del 6,9 por ciento en lo que respecta a la recaudación fiscal. Todo esto redondea un sexto lugar en comparación con otros sectores económicos y en un cuarto lugar entre los complejos exportadores del país.
Época de vacas flacas
Sturzenegger explicó que cuando la economía se contrae, el turismo se contrae aún más, por eso se dice que es “el último en llegar -a los momentos de bonanza- y el primero en salir, cuando llegan las crisis”.
Natalia Porto destacó que “todavía queda un largo camino por recorrer. En algunos aspectos Argentina está aprendiendo y en otros ya está consolidada”.
Sturzenegger resaltó que si la devaluación prosigue y el dólar se consolida en un valor de 3,80 el turismo podría recuperar terreno con respecto a Brasil, aunque no es una buena estrategia concentrarse demasiado en el turismo internacional ya que las expectativas de llegadas  son escasas de acuerdo a las cifras proporcionadas por la OMT. En ese sentido el economista afirmó: “hay que pensar una estrategia a mediano plazo y no dejarse llevar por las ansias deflacionistas”. Subrayó que las políticas de precios en el sector son una variable clave y los temas impositivos podrían ayudar a capear la tormenta ya que los impuestos a los débitos y créditos a las agencias de viajes “no son equitativos”.
Consultado sobre la inyección de 300 millones de pesos para activar la demanda expresó: “el impacto no es decisivo