Las tecnologías de la información y comunicación (TICs) aparecen cada vez más como aliadas del desarrollo en los tiempos que corren. En las diferentes actividades económicas de la Argentina crece el uso de las TICs para llegar a una correcta toma de decisiones, donde la comunicación se ha convertido en un elemento estratégico y prioritario.
Un reciente artículo de Claudio Gallardo, comunicólogo especializado en procesos organizacionales de carácter instrumental, se ocupa de la cuestión.
Según el autor, el sector público del turismo de la Argentina viene trabajando en programas y proyectos con el fin de diseñar e implementar sistemas de información y comunicación. Entre las problemáticas básicas que subyacen en las organizaciones e impulsan estas iniciativas “se encuentran la seria dificultad de acceso a la información, los problemas de comunicación entre los actores con relevancia del sector, la consistencia en la información y la dispersión de datos claves, todo lo cual imposibilita contar con información accesible para una correcta toma de decisiones”, indica el autor del artículo.

Algunos problemas a resolver
A la vez, Gallardo identifica una serie de problemáticas que atentan contra el buen aprovechamiento de estas tecnologías. “Lamentablemente en el sector turístico, como en otros ámbitos de la actividad económica, existen diversos problemas para implementar tecnologías de información y comunicación”. Entre los inconvenientes observables se puede mencionar “la dificultad para identificar las TICs con mayor pertinencia según sea el caso y también la posibilidad de implementarlas en un marco de coherencia y correspondencia organizacional”.
En ese sentido, la planificación y el uso de la tecnología en algunos proyectos sólo es “concebida y abordada desde el enfoque ortodoxo que versa únicamente sobre la razón instrumental del acto”, es decir que comprenden la tecnología como una herramienta para, haciendo caso omiso a otra premisa que a primera vista parece ser más adecuada para estos casos: “el saber tecnológico está llamado a interactuar con otros saberes para re-significarse y lograr algún grado de resultado que realice un aporte al cambiante contexto por el que atraviesa hoy la Argentina”, interpreta el autor.
En la práctica, es normal que algunas organizaciones  no logren resolver aspectos claves como la política, la economía y sobre todo lo cultural, “sin comprender que estas y otras variables marcan definitivamente todo proceso de implementación de TICs y que su abordaje debe ocupar un lugar predominante como elementos de la planificación tecnológica”.
Por otro lado, la utilización  excesiva de algunos de estos paradigmas, obviando los contextos de investigación, provoca el fracaso reiterado, observándose “inmensas inversiones de dinero que sólo sirven para crear carpetas de proyectos inmensas pero sin ninguna otra aplicación práctica en las organizaciones que ocupar un lugar exclusivo en las bibliotecas de las mismas”. Según el autor del artículo, son contadas las organizaciones que reparan en la práctica  para llegar a resultados potables, donde la participación de los distintos actores es el “cimiento en el que se edifica el conocimiento que sienta bases para la construcción de herramientas de comunicación e información”.

El error de la impaciencia
Algunois creen erróneamente que el anexo de las TICs en las empresases es inmediata, sin embargo, por lo general este proceso lleva años y son más frecuentes las inquietudes que las certezas durante todo el proceso de implementación. Estas preguntas no son nuevas en el contexto latinoamericano sino que forman parte de un gran rosario de dudas que caracteriza el estado histórico de la actividad.
Hace unos años, por ejemplo, la Red Nuevo Paradigma para la innovación institucional en América Latina (Red de empresas e instituciones, especializada en gestión de la tecnología impulsada la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación www.cosude.org ) se había preguntado  “por qué fracasan el 75 por ciento de los procesos de transformación institucional y qué sugerir para que sean exitosos”.
“Es casi imposible en este marco pretender encontrar todas las respuestas, tan sólo es posible y luego de mucho esfuerzo consciente y colectivo comenzar a explorar y describir las variables claves que pueden relacionar las TICs y el sector público del turismo, con el fin claro de construir un cimiento que apuntale investigaciones futuras que culminen en la implementación de las TIC’s, para que estos proyectos dejen de ser sólo actuaciones que se desarrollen dentro de las organizaciones y pasen formar parte del desarrollo integral de las mismas”, concluye el artículo de Claudio Gallardo.

No hay más tiempo que perder

Todo el planteo anterior toma significado en la actividad, sobre todo al estudiar el cambio de hábitos de los turistas, que evidencia una probada capacidad para valerse de las herramientas comunicacionales y de información en sus viajes, desde el mismo momento de planificarlos y durante todo el proceso de interacción con las organizaciones públicas y privadas que trabajan en el turismo.
“Ante esta realidad es vital comenzar a conocer las variables y relaciones más significativas que existen entre las TICs y el turismo. Construir cimientos sólidos en base a un análisis claro sobre las dificultades que presenta el sector público del turismo argentino para la incorporación de tecnologías de información y comunicación es sin duda el primer paso que se debe dar”, propone