Las consecuencias de la crisis financiera internacional siguen avanzando minuto a minuto: las grandes compañías comienzan a reducir el presupuesto destinado a viajes y reuniones.

Los ecos del crack financiero internacional se siguen escuchando en todos los rincones del planeta. Mientras Estados Unidos protagonizó una elección presidencial histórica y Alemania reconoce que entró en recesión, por nuestras pampas se empieza a reconocer por parte del Gobierno Nacional la existencia de despidos -de los que el turismo no está ajeno- y se baraja la posibilidad de un descenso en la llegada de turistas durante la próxima temporada de verano (ver recuadro). En el medio de esta coyuntura gris, las empresas comienzan a reducir sus gastos en pasajes y en reuniones.
De acuerdo a lo publicado en varios matutinos nacionales, la reducción de este ítem de los presupuestos 2009 de varias compañías argentinas y brasileñas ya alcanza un 15 por ciento y la frase más escuchada en las empresas es: “viaje igual pero gaste menos”. Se avecinan vuelos más largos, en clase turista, habitaciones compartidas y menos gastos autorizados.
Los viajes de negocios vienen conociendo en este siglo sucesivos shocks: las Torres Gemelas en el 2001, luego el SARS y el comienzo de la guerra en Irak disuadieron a las empresas de mover personal.
Pero la globalización y el comercio exterior se transformaron en aliados imprescindibles para los viajes. Por eso las situaciones de crisis que desembarcan en medidas proteccionistas se avizoran como nubes negras. En ese sentido, ya se habla del reemplazo de viajes por videoconferencias favorecidas por las herramientas tecnológicas que reducen distancias.

Los malos augurios
Los pronósticos que circulan por los medios anuncian una disminución de un 30 por ciento en la actividad de ferias y congresos para el año próximo. La actividad, que venía subiendo por encima del 20 por ciento desde el 2004, podría caer un 30 por ciento el próximo año.
Por su parte, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) confirmó que en el mes de septiembre se registró un “alarmante descenso” en el tráfico aéreo de pasajeros -2,9 por ciento con respecto al mismo mes del año anterior-, y también una caída en el tráfico de mercancías -7,7 por ciento-. Esto se traduce en la mayor caída desde el complicado año 2001.
Aunque en medio de este panorama, hay una buena noticia para estas costas, la única región que no experimentó un descenso fue Latinoamérica, que aumentó su tráfico en un 1,7 por ciento.
Al parecer, el descenso en el precio del barril de crudo no se tradujo aún en un aumento en la cantidad de pasajeros.

Pasajes estatales
Mientras tanto, el diario Río Negro informó la semana pasada una ampliación en el presupuesto destinado a pasajes oficiales en esa provincia. De 5,9 millones de pesos se pasó a 8,8 millones. La Defensoría del Pueblo de Río Negro está realizando una investigación sobre la entrega y rendición de esos pasajes que, entre otros ítems incluyen a los del Ministerio de Familia destinados a personas de bajos recursos que necesitan viajar por razones de fuerza mayor. De acuerdo a lo informado, los montos equivalen a un gasto diario de algo menos de 6.200 pesos en pasajes. Es decir, 47 pasajes por día.

En oferta

La temporada de verano se avecina y los destinos buscan atraer a los turistas. Mientras sigue la polémica por los altos precios en las ciudades de la costa argentina, las costas brasileñas se preparan para ser beneficiadas por la devaluación del real y en Punta del Este se tomó una medida para mejorar la competitividad: se devolverá el 9 por ciento de IVA en restaurantes y otros servicios turísticos abonados con tarjeta de crédito o débito; no se cobrará ese impuesto a los extranjeros en los hoteles y se efectuará un 28 por ciento de descuento en combustibles cargados en estaciones de servicio que se encuentren a partir de los 20 kilómetros de los puestos de frontera con Argentina.