“Es tan injusta la situación, que vamos a luchar con todas nuestras fuerzas”, dijo Vicente Muñoz, subdirector de Marsans, haciendo referencia al proceso de los últimos años en AR y Austral, durante una entrevista con los medios del trade.

El subdirector general del Grupo Marsans, el español Vicente Muñoz, y el director de Asuntos Públicos de Aerolíneas Argentinas e integrante del Consejo de Transición, Jorge Molina, recibieron a los principales medios del sector en las oficinas de la compañía, en Retiro, la última semana . Muñoz defendió la gestión del grupo accionista, se desentendió del vaciamiento, culpó de (casi) todo a la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), que agrupa a los pilotos de AR, y aseguró que acudirán al CIADI, y a tribunales argentinos, si es que el Estado pretende expropiar. Eso sucedería si los valores fijados por el Tribunal de Tasaciones de la Nación y Credit Suisse -contratado por Marsans- no son similares. “Si Credit Suisse dice que vale 1,1 y el Tribunal dice que vale 1,05, arreglamos, pero si la diferencia es grande, y el Estado no quiere pagar, no lo vamos a aceptar. Es tan injusta la situación que vamos a luchar con todas nuestras fuerzas”, manifestó Muñoz, que además criticó el trámite legislativo que se desarrolló en torno al traspaso de acciones: “Lo que plantea la ley de re-estatización no es lo mismo que quedó expresado en el acta acuerdo. El que compra no es el que tiene que fijar el precio, eso es una incongruencia”, afirmó.
En relación a los sindicatos aeronáuticos, el español sostuvo que “el único error gordo fue ceder al chantaje de los gremios”. “Por esa razón nos tenemos que ir”, añadió. Asimismo, ubicó a Marsans en el lugar de víctima: “No me cabe la más mínima duda que hay una persecución contra nosotros. Yo no sé qué hemos hecho mal para que se nos acuse de vaciamiento, y para que los pilotos hayan tenido esa actitud tan desleal para con el que le da de comer, que es la empresa”.
A su vez, Muñoz quiso marcar las diferencias entre APLA y la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA) -gremio de pilotos de Austral-. “Con UALA nunca tuvimos problemas, sus integrantes siempre colaboraron y volaron. El problema de Austral no fueron los gremios, sino las tarifas, que de 2002 a 2008 aumentaron sólo 20 por ciento, a pesar de que el precio del combustible se incrementó en más de un 300 por ciento. Así se va a la quiebra una empresa, pero en lo que respecta a los pilotos de la compañía sólo podemos agradecerles, al igual que al 99 por ciento de la plantilla de Aerolíneas. Los que han tenido una actitud hostil son cuatro conductores de APLA y los de APTA”. Además, el directivo indicó que “ahora que hay voluntad de los sindicatos, operan estupendamente bien”. Y puso un ejemplo para explicar su posición: “Hay un hotel en Madrid, el Auditorium, muy cerca de Barajas donde se alojan muchos pasajeros con vuelos retrasados. En agosto de este año, Aerolíneas envió 200 pasajeros, mientras que en agosto de 2007 enviaron 6700”, dando a entender que los responsables de las demoras fueron los pilotos.

Aquí no ha pasado nada
“A grandes rasgos, la gestión de Marsans ha sido buena. Incrementamos el personal, la facturación, los vuelos y la cantidad de aviones -hemos traído 41-”, subrayó, quien además no disimuló su asombro por las denuncias de vaciamiento, como había hecho en los plenarios de comisiones de la Cámara de Diputados y del Senado. “Yo no puedo entender que hablen de vaciamiento. Eso es algo que empezaron a decir los pilotos de APLA. Ellos se quejaban porque habíamos llevado a Austral seis aviones de Aerolíneas, pero eso lo hicimos para homogeneizar la flota, y dejamos en Austral todos los MD. Nunca estuvimos a favor de Austral en desmedro de Aerolíneas, y la prueba es que vamos a vender las dos empresas”, concluyó Muñoz.

Cruzando puentes

280. Millones de dólares es lo que dice Marsans que perdió entre septiembre de 2007 y mayo de 2008.

100. Millones es lo que Marsans quiere que el Estado pague -además del valor de las compañías- en concepto de lo que el grupo español debió darle a Antonio Mata para comprarle su 30 por ciento de acciones.

Molina. Insinuó que en otro momento de la gestión kirchnerista la re-estatización se hubiera llevado adelante con menos complicaciones, dado que “la discusión llegó al Congreso en un momento político álgido. El Gobierno venía de un revés legislativo por el conflicto con el campo”. Y al respecto consideró que “en la Cámara de Diputados hubo mucha pirotecnia, mucho cotillón”.
Reconoció que “Aerolíneas está sobredimensionada”. Y agregó: “es la única empresa de Sudamérica que tiene su propio servicio meteorológico y  un centro de mantenimiento.