A través de la aprobación de esta norma –realizada en una maratónica jornada que marcó el fin de la capacidad de legislar por su cuenta del mandatario- Chávez declaró a la industria turística “de utilidad pública y de interés general”, sometiendo al control del Estado “las actividades de los sectores público, mixto y privado”.
Según declaró la ministra de Turismo, Titina Azuaje, esta medida “no sólo producirá divisas y reforzará el sector”, sino que a su vez impulsará el rescate de los valores nacionales que tendrán al Estado venezolano como principal promotor. Así, como lo expresa la ley “el territorio de la República, en su totalidad, se considera como unidad de destino turístico con tratamiento integral en su promoción”. De esta manera, Azuaje afirmó: “La nueva ley beneficiará al sector público, privado y las organizaciones comunales como un elemento novedoso”.

Los privados, a la espera
Por su parte, los empresarios del sector se encuentran temerosos y a la expectativa de más datos que les ayuden a aclarar el panorama. Uno de los puntos álgidos será el proceso de descentralización de la actividad y la forma de implementación de d