El cálculo corresponde al analista del Commerzbank, Frank Skodzik, hecho sobre los costos diarios de la aerolínea teniendo en cuenta que se trata de un "día de huelga real", según ha divulgado el diario alemán Der Tagespiegel.
La huelga del personal de cabina y tierra se presenta de dimensiones mucho mayores y coincide además con el inicio vacacional de muchos alemanes. El responsable de Turismo del Gobierno alemán, Ernst Hinsken, ha instado al sindicato y a la compañía a evitar unos paros que perjudicarán a la mayor aerolínea alemana y la imagen del país como destino de vacaciones.
El portavoz de ver.di, Harald Reutter, advirtió de que los aeropuertos que se verán más afectados por la huelga, convocada a partir de ayer a medianoche, serán los de Hamburgo y Frankfurt, pero agregó que la acción de protesta se ampliará a los aeropuertos berlineses de Tegel y Schönefeld, y a los de Stuttgart y Nuremberg. "Nuestro objetivo no es que los vuelos se retrasen o se cancelen sino someter a una presión económica a la empresa", ha resaltado.
Lufthansa informó de que pudo mantener su programa de vuelos y que no se produjeron retrasos pese a la huelga de sus trabajadores. Para poder lograrlo, la primera aerolínea alemana puso en marcha un plan de emergencia que ha consistido en contratar servicios externos, tanto para el "catering" como para el mantenimiento de los aviones.

Pedidos y ofrecimientos
Desde el sindicato han asegurado que los paros provocarán que "a más tardar en una semana" los servicios de la compañía alemana queden reducidos a un "tráfico marginal", pese a que el portavoz de la empresa, Thomas Jachnow, confía en que sólo una "mínima parte" de su plantilla secundará la huelga indefinida.
Según fuentes sindicales el 90,7% de los asociados se manifestó a favor de la huelga, que se produce después de que hace diez días fracasaran las negociaciones entre la patronal y el sindicato.

Desde Ver.di exhortaron al presidente de Lufthansa, Wolfgang Mayrhuber, a volver a la mesa de negociaciones con una oferta mejorada y afirmaron que la huelga afectará a todos los departamentos de la compañía, pese a que no se llevará a cabo en todas partes simultáneamente.
La última oferta de la compañía fue hacer un aumento salarial en dos fases que alcanzaba en total un 6,7% y una paga extraordinaria única. El sindicato exige un incremento del 9,8% para la plantilla de 50.000 empleados.
Esta huelga generalizada e indefinida agrava la situación en la compañía, que la semana pasada afrontó ya la que llevaron a cabo los pilotos de sus filiales Cityline y Eurowings.
Lufthansa se vio obligada a anular el martes y el miércoles más de 900 vuelos debido a la huelga de 36 horas de los pilotos de sus filiales, movilización que afectó a unos 30.000