Algunos quieren la re-estatización, otros la re-argentinización. Lo cierto es que los días de Marsans en Aerolíneas parecen contados. La protesta generalizada de los gremios le sirvió al Gobierno para intervenir y empezar a desplazar al grupo español.

La disputa entre los gremios de Aerolíneas Argentinas. el gobierno y la empresa llegó la semana pasada a un punto de tensión y exposición mediática por de más elevado. De lo que todos hablan ahora (y este medio viene advirtiendo desde hace ya tiempo) es de la posible re-esta-tización (o re-argentini-zación) de la compañía de bandera, luego de las medidas de fuerza llevadas adelante por la Asociación de Personal Aeronáutico (APA -sindicato de personal en tierra-) debido al retraso en el pago del mes de junio a los trabajadores. Ante esta situación, los representantes de la mayoría de los gremios (incluidos los pilotos de Austral) se reunieron con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y con el secretario de Transporte, Ricardo Jaime. En principio se acordó que no realizarán ningún paro por un plazo de 60 días. Mientras tanto el viernes pasado el Estado desembolsó 34 millones de pesos del Tesoro Nacional para abonar los salarios adeudados y otros 16 millones mas que servirán para garantizar los vuelos de la temporada invernal tal cual estaban programados, según dijo el representante del Estado en el directorio de la empresa, Julio Alak. Los gremios, por su parte, apostaban por la reprograma-ción y la reducción de servicios. En diálogo con Mensajero Periódico Turístico, el presidente de APA, Edgardo Llano, indicó que desde la compañía se habían comprometido a  una nueva programación. “Los cambios tienen que ser acordes a la cantidad de aviones que están volando. Han hecho caja porque ya vendieron los pasajes, pero no previeron que no había capacidad operativa para cumplir con todo”, se quejó el sindicalista.
A su vez, un indicio de que la semana pasada fue un punto de inflexión sucedio cuando quedó prácticamente descartado el ingreso de Juan Carlos López Mena a la aerolínea. La participación de un empresario local no es algo tan factible ahora y Marsans ya busca inversores españoles como accionistas. Gerardo Díaz Ferrán, una de las cabezas del grupo ibérico, deslizó que el Gobierno argentino y los sectores sindicales pretenden impulsar la crisis en AR para poder justificar la estatización.
Por el momento, se sabe que el juez a cargo del concurso preventivo de Aerolíneas Argentinas, Jorge Sicoli, convocó para el martes 15 a gremialistas, directivos del grupo español y funcionarios del Gobierno.

¿Empresarios?
No, gracias

Llano, que calificó a la reunión con Tomada y Jaime como “muy positiva porque por primera vez, como nunca antes, el Gobierno entendió la necesidad de los trabajadores, luego de haber llegado a una situación extrema por culpa del Grupo Marsans”. Uno de los puntos centrales de la postura de APA tiene que ver con que ellos apuestan a la re-estatiza-ción de AR, no a la re-argentinización. “Creemos que el sector aerocomer-cial es un servicio que debe prestarlo el Estado”, expresó Llano, aunque indicó que, desde su punto de vista, “el manejo de las empresas aéreas depende de cada país, teniendo en cuenta que en algunos lugares funciona muy bien lo privado. Acá ya tuvimos muy malas experiencias con los empresarios argentinos”.
Otra de las mayores críticas del presidente de APA apuntó a “la acefalía total de Aerolíneas (N. de la R.: por la salida del CEO de la compañía, Enrique Meliá). No hay quien resuelva ni tome decisiones”.
Por último, Llano se refirió a las posibilidades de fusión entre AR y Austral: “No creo que se concrete porque desde el Gobierno nunca se planteó y porque los enfrentamientos entre APLA y UALA harían que la convivencia entre los pilotos fuera muy difícil.
Hablando de fusión, cuando esa palabra forma parte de los rumores y de los comentarios en el sector aerocomercial, a los pilotos de UALA les zumban los oídos. Diego Serra, quien permanecerá como titular del gremio hasta agosto -cuando lo reemplace Carlos Rustán- manifestó que se encuentran “en estado de alerta ante la posible unión de las empresas”, y descartó la posibilidad de reestatización añadiendo: “No nos interesa quién pase a ser el dueño sino que haya accionistas que inviertan”.
“Yo no pretendo desde ningún punto de vista que quede una empresa afuera”, aseguró el titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Jorge Pérez Tamayo, en relación a los rumores de fusión. “Buscamos que se plantee un proyecto coherente a futuro. Marsans hizo promesas que no podía cumplir: este año dijo que iba a invertir cuatro mil millones de dólares y no puso un centavo. ¿Cómo puede ser que la empresa nos culpe a los gremios de todas las desgracias cuando la realidad es que hay 47 aviones y sólo 21 se encuentran en funcionamiento?
La historia continuará.

El gran ausente

El gremio que faltó a la reunión del miércoles con Tomada y Jaime fue el que comanda el ex subsecretario de Transporte Aerocomercial Ricardo Cirielli, la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA). Algunos trabajadores de Aerolíneas creen que no asistió debido a su rivalidad con Jaime. Cirielli dijo que el secretario de Transporte debería estar preso y señaló que, al no asistir en nombre del sindicato, no adhirió al pacto por